Feijoo intenta liderar la lucha contra los corruptos ante el recelo de la oposición

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

Impulsará cinco leyes en 50 días para endurecer la financiación de los partidos y el control del gasto. Solo PSdeG y BNG están abiertos al diálogo si pueden aportar algo

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Xunta cumplió ayer su compromiso de comparecer ante el Parlamento gallego para hablar específicamente sobre la corrupción en la política, como le reclamaron los grupos de la oposición en una decena de ocasiones, pero se cuidó mucho en no aludir a ninguno de los escándalos que salpican al Partido Popular, como el fraude de los cursos de formación o la presunta caja B del PP de Ourense, que es lo que le reclamaba la bancada de la izquierda. Lejos de eso, Alberto Núñez Feijoo se propuso hacer de Galicia «un exemplo contra a corrupción» con su impulso a un paquete de medidas dirigido, entre otras cosas, a mejorar la transparencia en el seno de la Administración, a otorgarle al Consello de Contas competencias en materia de prevención de la corrupción y a modificar la financiación de los partidos políticos.

El mandatario gallego arrancó su intervención inicial, de casi 50 minutos, haciendo un alegato a mejorar la democracia representativa «para deixar cada vez unha marxe menor» a quien pretenda defraudar o incumplir los objetivos para los que fueron elegidos. Repasó algunas de las medidas implantadas bajo su Gobierno en el ámbito de regeneración democrática, como son la regulación de los viajes institucionales al exterior, la aprobación del código ético aplicable a toda la Xunta o la obligatoriedad de hacer públicos los bienes y patrimonios de los conselleiros, pero valoró que es necesario seguir avanzado por esa senda.

El grueso de su compromiso se centró en remitir a la Cámara, en el plazo de 50 días, hasta cinco textos legislativos para su tramitación. Se trata de una nueva ley de transparencia, de otra para regular las asistencias jurídicas en el seno de la Administración, una tercera de reforma del Consello de Contas, otra que modificará la financiación de los partidos políticos y una última encaminada a ampliar la participación de los ciudadanos en la vida parlamentaria.

Pero la oposición se instaló en el escepticismo y no quiso reconocer a Feijoo en su nuevo papel regenerador.

«Preocúpanos que hoxe non asuma compromisos máis firmes», le espetó Méndez Romeu, portavoz del PSdeG, quien le exigió al presidente «facta, non verba», es decir, más hechos y menos palabras, a la vez que lo emplazó a crear un marco de diálogo en el seno del Parlamento para que se puedan hacer aportaciones.

La disposición al diálogo fue compartida por el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, quien le entregó a Feijoo su propio paquete de medidas en el que, entre otras cosas, llama a abolir los contratos negociados sin publicidad o a restringir las puertas giratorias en la política. «A loita contra a corrupción non se predica, aplícase», insistió Jorquera.

Las demás fuerzas no dejaron espacio alguno a la negociación. Xosé Manuel Beiras (AGE) dijo que la corrupción empieza «pola violación sistemática da Constitución» que a su juicio practica el PP, y Consuelo Martínez (grupo Mixto) apeló a la «unidade» de la oposición para echar «a este Goberno de corruptos». Así que el diálogo, de producirse, tendrá que articularse en torno a estos cinco textos legislativos que capitalizaron la propuesta de Feijoo:

 

 

Transparencia

Reemplazar la ley del 2006. Feijoo quiere modificar la ley de transparencia impulsada por el bipartito en el 2006 para ampliar su campo, y crear un portal de transparencia en que se publiquen las retribuciones del personal directivo, el gasto en personal eventual o los costes de los liberados sindicales.

 

Consello de Contas

Mayor control externo. El PP propone reformar la ley para que en el órgano fiscalizador se cree una oficina específica que tendrá atribuciones en materia de prevención de la corrupción y supervisión de contratos. El PSOE cuestionó la credibilidad del órgano por estar presidido por Palmou, ex secretario general del PP.

Asistencia jurídica

No en casos de corrupción. Una ley regulará los requisitos para que un político o funcionario imputado pueda recibir asistencia letrada en la Administración pública. Excluirá los casos de corrupción, para evitar escándalos como el de Santiago, que derivó en la condena de siete concejales del PP que aprobaron costearle la defensa a un imputado.

 

Financiación de partidos

Evitar los donativos de empresas. Feijoo planteó reforma la ley de financiación de partidos, de acuerdo con lo que se hará en el Estado, para evitar, por ejemplo, los donativos a los partidos procedentes de empresas o personas jurídicas, a la vez que se regularía la publicación de las finanzas y auditorías de todas las formaciones políticas.

 

Participación ciudadana

Mayor acceso al Parlamento. El último de los textos legislativos invocado por Feijoo es una Lei de Participación Cidadá no Parlamento, que regulará las iniciativas legislativas populares y permitirá que las personas de a pie puedan realizar preguntas al Gobierno, que se canalizarían a través de los grupos políticos.

Agrio enfrentamiento con Beiras tras pronunciar el «¡Váiase, señor Núñez!»

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, mantuvieron ayer un agrio enfrentamiento parlamentario a cuenta de las medidas contra la corrupción, después de que el dirigente nacionalista le recordara al jefe del Ejecutivo su foto con el narco Marcial Dorado y parafraseara a aquel Aznar de 1995 del debate contra Felipe González con esta frase: «Se quere dar un impulso democrático, ¡váiase, señor Núñez!», soltó Beiras.

Feijoo replicó con la misma contundencia, arguyendo que es el pueblo gallego, y no un diputado, quien tiene que echarlo. Y dicho eso, buscó el ego de Beiras para lanzarle un dardo, al advertir que «entendo», dijo Feijoo, que para una personalidad como la del veterano dirigente nacionalista puede ser «moi difícil pasar de moda». Y dicho eso, también le reprochó a Beiras que intente «imitar» a Castelao, cuando el ilustre rianxeiro «non ameazou a ninguén nunca».