El mito de Sanxenxo cumple 70 años

AL SOL

RAMON LEIRO

El Marycielo, todo un clásico de la hostelería en Silgar, está de aniversario

17 jul 2017 . Actualizado a las 16:54 h.

No hay quien pise Sanxenxo y no pare en esta esquina. Solo con sentarse unos segundos en su terraza uno entiende por qué se llama Marycielo. Sus privilegiadas coordenadas nos sitúan en el epicentro del veraneo gallego: la playa de Silgar, donde llevan 70 años recibiendo a turistas desde Semana Santa hasta mediados de octubre. Antes, cuando eran menos a repartir el pastel, abrían todo el año. Ahora se reservan para lo mejor. Eso sí, cuando empiezan no paran. Desde desayunos, comidas y meriendas hasta copas después de cenar, por no hablar de que el que quiera puede pasar la noche. «Lo de 'a las 12 en el Marycielo es de siempre', luego ya empezaron a abrir otros locales para tomar una copita en el puerto, pero hubo un momento que de 12.00 a 1.30 de la madrugada había cola», explica Estanislao Corbal, uno de los cuatro actuales propietarios, y nieto del fundador, Manuel Corbal.

La parada en este punto del paseo es obligatoria, ya sea antes o después de la playa. Hasta el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se deja caer de vez en cuando a tomar café. «Desde que es Presidente se le ve menos, se queda más en Ribadumia, pero algo viene porque tiene la casa aquí al lado», dice el personal de este establecimiento que junto con Casa Román o Justo potenciaron hace ya muchos años la hostelería en esta localidad de las Rías Baixas. El nieto de Manuel Corbal todavía recuerda cómo su abuelo levantó el primer Marycielo allá por los años cuarenta. «Fue después de la guerra, mi abuelo era vecino de Pontevedra que se hizo un chalé en Silgar. Como era un empresario nato enseguida vio la posibilidad de hacer negocio, de montar un lugar para los primeros veraneantes que había por aquel entonces, y poco después se puso de moda como sitio para ir a bailar», comenta Estanislao.

El valor de la plantilla

Él y sus tres hermanos son los actuales propietarios del establecimiento, aunque delegan la gestión en alguien ajeno a la familia algo que según confiesa, es la clave para que siga dando la talla 70 años después. «La propiedad siempre fue de la familia, pero siempre estuvo dirigido por alguien de fuera, y es que nosotros no somos hosteleros, no somos profesionales», explica Estanislao, que ensalza la labor que en este sentido hacen todos los trabajadores, en particular Juan Piñeiro. El director se encarga de que todo funcione en las 27 habitaciones, una cifra que ha permanecido intacta a pesar de las 5 reformas que lleva el complejo. «Estamos en el 5º Marycielo. Se abrió como café-bar, como sitio de paso, en los años 50-55 se abrieron habitaciones, en el 67 más habitaciones, y la última vez que se reformó fue en el 1998 que lo tiramos entero e hicimos lo que hay hoy en día, que es exacto a lo que había porque nos hacía ilusión pero nuevo».

Reciben una media de 300.000 clientes al año entre cafetería y hotel. Algunos de ellos son tan fieles que llevan repitiendo incluso 15 veranos. «Ahora no es tan habitual, igual hay uno o dos, pero antes era muy común que se quedaran a vivir durante uno o dos meses, ahora lo máximo es una semana o diez días». Esto de puertas para dentro, porque hacia fuera la reina del cotarro es Milagros Rodríguez. Se encarga de la terraza hasta el mediodía y es conocida por todo el arenal, que cada verano se cuela en el top de los mejores lugares de veraneo. Y es que, pudiendo estar a diez pasos del mar y del cielo, ¿quién se puede resistir?