¿Te apetece un viaje en globo?

AL SOL

Consorcio Turístico de la Ribeira Sacra

Desde 150 euros se puede disfrutar de esta actividad «relajante, tranquila y segura», surcando los cielos gallegos

27 jul 2017 . Actualizado a las 13:34 h.

Es una de esas ideas que ha pululado por la cabeza de casi todos: viajar en un globo aerostático y sentir la sensación de dejarse llevar por el viento. En Galicia se puede experimentar y contemplar desde ahí paisajes tan espectacular como los de los cañones del Sil o al valle de Mondariz. Solo hay que rascar un poco el bolsillo, madrugar y tener ganas de sumar una nueva experiencia a la mochila.

El valle de Mondariz es el destino predilecto de la empresa Vigoglobo. También operan en Baiona o Tui. «Por la climatología tan especial Mondariz es siempre una opción segura. Las otras dependen más, porque en Tui a veces hay problemas de niebla y en Baiona de viento», explica Alfonso Lubián, responsable de la firma. Sus viajes se hacen los sábado y los domingos, «aunque en agosto tenemos la opción de abrirlo a otros días de la semana». Entre sus usuarios se encuentra gente de todo tipo. Matrimonios recién casados que lo disfrutan como un regalo de boda, niños que ven cumplido su sueño tras un buen año escolar o pandillas con ganas de divertirse sin más.

Todos ellos tienen que madrugar. Los viajes se hacen a primerísima hora de la mañana, coincidiendo con el amanecer. «Puede venir gente de 8 a 100 años», señala Lubián, que desliga la travesía de los deportes de riesgo: «Esto no da vértigo, ni es violento ni genera emociones fuertes. La sensación es la de estar en un balón flotando con una visión del paisaje de 360 grados», adelanta.

En la Ribeira Sacra la puesta en funcionamiento de los viajes en globo resultó un éxito total. Los impulsó el año pasado el consorcio de turismo a modo de prueba mediante sorteos. Este año ya se estableció como una actividad fija. El primer cupo, del 14 al 20 de agosto, ya está cubierto. La única opción es apuntarse en la lista de espera por si se descuelga algún viajero. En septiembre (del 4 al 10) hay plazas en los días de semana. «Es una actividad muy relajante, tranquila y segura», expone Elena Estudillo, responsable de reservas de Viento Zero, la empresa que ofrece el servicio. En su ruta se prioriza la vista del trazado del Sil, aunque ello depende del viento. «Ahí es de postal todo, que tanto da por dónde vaya que la visión resulta espectacular», señala.

En los dos casos además del viaje, se le ofrece un aperitivo a los viajeros, una acreditación del vuelo e imágenes de la experiencia.