El pescado fresco del verano

A MARIÑA

El bonito del norte cunde, es versátil en la cocina y se vende a buen precio

02 ago 2014 . Actualizado a las 17:01 h.

El bonito galllego, el que pesca la flota que vende en Burela, se captura uno a uno, con anzuelo. FOTO

Es un lujo el bonito del norte, el pescado fresco del verano. Solo de junio a octubre, recién llegado, del mar a la boca. Con su inconfundible cuerpo, de dorso azul oscuro y flancos y viente plateados. Ronda el metro, arriba o abajo, con peso proporcionado. Mimado desde que muerde el anzuelo, al que persigue creyéndolo comida fácil. A bordo los suben uno a uno, les evitan sufrimiento y empieza a serenar su textura única, con dada pieza tumbada, previa a su preparación para refrigerarlo. En el frigorífico del pesquero permanece hasta llegar a puerto; con hielo siempre a su alrededor, se expone y se subasta.

De Burela, Celeiro, Cariño o Cedeira parte hacia pescaderías de diferentes zonas españolas donde ese bonito, el pescado azul de la etiqueta verde, tiene una reputación por extender en su mercado natural más cercano, el centro-sur de Galicia.

Con todo, mejora la penetración del atún blanco fresco, también allí donde reina todo el año en conserva, en la que abunda más el atún claro que el bonito.

Ventresca y cogote

Seguramente la demanda del bonito del norte fresco sería mayor si al consumidor le contasen, por ejemplo, que sale más barato que en conserva. O aue es un pescado azul, no blanco, pero realmente fino y tierno, de sabor suave. Se aprovecha todo su tronco, excepto la espina, y de cada ejemplar los sibaritas ensalzan la ventresca y el cogote.

En clave económica, que tanto cuenta en las economías familiares, el bonito del norte está en estos momentos a buen precio. En las pescaderías, puede encontrarse a seis o siete euros el kilo entero, diez u once en rodajas.

En casa o al aire libre, el alta gama de los túnidos sobresale como alimento. Versátil en la cocina, admite innumerables preparaciones, desde las más sencillas y básicas, como a la plancha o a la parrilla, hasta las recetas más elaboradas, tanto en frío como caliente.

Cunde. Ya que en conserva la referencia más conocida es su pariente el atún claro, las latas tipo pequeñas contienen unos 80 gramos de pescado escurrido. Un kilo de bonito del norte fresco da al menos tanto como diez de esas latas juntas.

Ahora que es verano, es el momento de disfrutar de la frescura y el sabor de una de las delicatessen del mar. El Thunnus Alalunga, el más reputado y exquisito de los túnidos, llega a Galicia como un complemento clave en las economías de pueblos pesqueros como Burela y, en mucha menor medida, en el también mariñano de Celeiro, o en los orteganos de Cariño y Cedeira; y hasta A Coruña o Vigo.

Distinguido en Galicia

Desde siempre, Burela es el puerto bonitero por excelencia en Galicia, mercado de producto fresco en el que sobresale en el Cantábrico y Europa. Con el apoyo de la Consellería do Medio Rural e do Mar, el bonito comercializado en lonjas gallegas como la que gestiona Armadores de Burela, va para los mercados con la etiqueta verde que desde hace años lo diferencia y acredita como un lujo de mar al alcance de la mayoría.

Por todos los que viven del bonito, por los más de 115 millones de euros que ha dejado en Galicia en lo que llevamos de este siglo, ese pescado azul de etiqueta verde merece una atención especial a la hora de elegirlo para llevar a casa. Pero, sobre todo, porque su bolsillo y su paladar se lo agradecerán.