Entran a un bar de Foz desde un anexo a través del falso techo

A MARIÑA

Así se toparon en en Náutico por la mañana la cafetería.
Así se toparon en en Náutico por la mañana la cafetería. cedida< / span>

Esa noche robaron la cesta de Navidad, tabaco y 350 euros en otro local

30 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aparte de ladrones, los autores de los dos robos cometidos durante la noche del sábado al domingo en el restaurante A Farola y en el bar Náutico de Foz, son unos auténticos currantes.

En el primero entraron a través del falso techo. Primero forzaron la puerta de un local anexo que sirve de almacén y una vez en el interior levantaron las planchas de ese falso techo para colarse por arriba hasta el comedor del restaurante, donde para bajar abrieron otro boquete en la escayola. Desde el establecimiento se sorprendían de la manera en que habían accedido: «Nin sabiamos que había acceso dende esa zona», explicaban, lamentándose del destrozo ocasionado: «Fixeron un estropicio bárbaro para non levar nada». Como ya estaban escarmentados de otro robo anterior que sufrieron hace pocos meses no dejan dinero en el local. Y en la máquina recreativa, que también reventaron, tampoco había mucho porque le habían sacado la recaudación dos días antes.

Al bar Náutico, situado en el edificio del centro social de Foz, muy utilizado por los jubilados entraron por una ventana. Ayudándose de unas vayas que había en la calle salvaron una altura de bastantes metros y se colaron a la cocina del local, derribando y rompiendo los recipientes de la sal, aceite y otros productos que dejaron esparcidos por el lugar. «No puedo ni hablar», se dolía la responsable del bar, muy disgustada al ver todo destrozado y sucio. Aparte de eso, rompieron completamente la máquina expendedora de tabaco llevándose el género y el dinero que había dentro, se llevaron 350 euros de la caja e incluso la cesta de Navidad que tenía para sortear entre los clientes y que le había costado, dice, 200 euros. Una vez que hicieron la fechoría los cacos salieron por la puerta situada abajo, que doblaron.

Y no contentos intentaron también entrar al bar de enfrente, aunque tuvieron que irse de vacío. Quizás algo les obligó a desistir cuando intentaban abrir una puerta lateral.