Recordando a los miembros fundadores de la Sociedad Deportiva Burela

JOSÉ CREGO CASAS, SOCIO-FUNDADOR DE LA SD BURELA MEMORIA DEL FÚTBOL MARIÑANO

A MARIÑA

La Sociedad Deportiva Burela militó en Tercera siete temporadas.
La Sociedad Deportiva Burela militó en Tercera siete temporadas.

28 abr 2016 . Actualizado a las 18:15 h.

Un día por la tarde estábamos en mi oficina (oficina de la Empresa Pardiñas) reunidos José Farré, Jesús Enríquez y yo, comentando sobre el partido que había jugado el Burela, y en ese momento entró D. Arcadio Pardiñas, mi querido y recordado Jefe. Enseguida se dio cuenta de lo que hablábamos y nos armó la bronca, diciéndonos que había que hacer las cosas bien, que se debía documentar oficialmente el Club, ya que se estaba corriendo el riesgo de que ocurrieran lesiones de gravedad o accidentes de tráfico en los desplazamientos. Acto seguido tomó la palabra José Farré y nos dijo a Jesús Enríquez y a mí: voy a citar a los otros compañeros y el sábado a las ocho de la tarde nos reuniremos en mi casa. Efectivamente acudimos a esa reunión, en la que estábamos José Farré, Enrique Peinó, Jesús Enríquez, los hermanos Antonio, Evelio y Andrés Barcia y yo mismo. Allí se acordó citar a los aficionados para celebrar una reunión en el Salón de Hilario. Recuerdo que era un primer domingo del mes de octubre, pues era la fiesta en Castelo y se celebraba siempre el primer domingo de dicho mes. Antes de finalizar la reunión, les dije que tenía que marcharme, pues tenía que llevar a mi familia a comer a Castelo con mi hermana y mi familia. Cuando ya estábamos comiendo llegó Mario Pita y me dijo: «Tú te largaste y te han nombrado Vicepresidente. José Farré será el Presidente, Antonio Barcia Secretario y los demás miembros vocales de la Junta Directiva». Yo propuse que se denominara SOCIEDAD DEPORTIVA BURELA. Uno de los miembros de la Directiva se opuso alegando que debía llamarse Club de Fútbol Burela, pero el resto de los miembros aceptaron mi propuesta.

Acto seguido ya iniciamos los trámites para dar de alta el equipo en la Federación. Una vez logrado este trámite, iniciamos las negociaciones para que el Ayuntamiento nos vendiera los terrenos. Se logró con un precio simbólico, con la condición de que si dejaba de utilizarse para lo que había sido comprado, volvería a ser propiedad del Ayuntamiento. Los terrenos eran arenosos y ondulados, pero gracias a las máquinas que Jesús Enríquez y ECESA nos facilitaron, se fueron allanando y se empezó a jugar. Una vez logrados estos trámites, nuestra ilusión era cerrar el campo. En esto nos orientó Benigno González Basanta, pues nos dijo que un Sr. de Madrid que tenía muy buena relación con la Federación Española de Fútbol, veraneaba en San Ciprián y que se hospedaba en Casa Marcelino. Allá fuimos Antonio Barcia y yo. Unos días después el mismo Benigno González Basanta nos dijo que había un Sr. en Cospeito que podía ayudarnos para conseguir que la Federación Española de Fútbol, de la que era Presidente el Sr. Pérez Payá, nos concediera una subvención para lograr cerrar el campo. Benigno hizo los trámites oportunos y allá fuimos Antonio Barcia y yo. El Sr. nos atendió muy bien, se logró la subvención y se cerró el campo. Una vez lograda la subvención, fuimos a Cospeito a saludarlo e invitarlo para que viniese a Burela a celebrarlo con nosotros. La celebración fue en Casa Marta, en la que dimos cuenta de una buena centolada. Cuando ya estábamos en los postres vino a celebrarlo con nosotros el Teniente de Alcalde Manuel Mon López. Antes de finalizar la reunión, el Sr. de Cospeito nos informó que el Ministerio de Sanidad estaba haciendo gestiones para ver de construir una Residencia Sanitaria en la costa de la provincia de Lugo y que el pueblo más indicado era Burela. Excuso decir el alegrón que nos propició esta noticia.

Cuando se marchó José Farré para Portugal, la directiva tomó el acuerdo de nombrarme Presidente, cargo que ostenté unos cuatro años.

Me siento muy contento de haber colaborado y reconozco la gran labor que han desarrollado los que posteriormente nos siguieron, pues a la vista está lo mucho que se ha logrado, y cada vez que voy por La Marosa me siento muy contento y muy feliz al ver y comprobar las maravillas que allí tenemos.

Como punto final, quiero que mis queridos compañeros ya fallecidos descansen en paz. Yo de momento sigo disfrutando de buena salud en compañía de mi familia y muy especialmente con mi querido Migueliño.