La donación del cuadro a la Diputación de Pontevedra cambió el rumbo del arte contemporáneo
A MARIÑA
La Diputación de Pontevedra recibió en propiedad el cuadro donado por Manuel Angel Alvarez a finales de 1883 y acordó, en sesión celebrada el 15 de diciembre de ese año, conceder 1.000 pesetas al pintor
La donación del retrato de Pardo de Cela tuvo un decisivo efecto indirecto sobre el futuro del arte gallego. En esa misma sesión, se acordó pensionar, de modo periódico, a artistas pontevedreses jóvenes para formarse y perfeccionar estudios en Madrid, Florencia, Roma o París. La medida, que tomó carácter institucional en 1925, benefició a artistas como Laxeiro, Colmeiro, Arturo Souto, Maside, Manuel Torres, Asorei, Rafael Alonso, Virxilio Blanco, Pesqueira, Antón Patiño, Lamazares, Din Matamoro, Freixanes, Xavier Pousa, Rivas Briones, José Sesto, Rafael Úbeda o Francisco Mantecón, entre tantos otros.
Así que, sin el óleo de Pardo de Cela donado por Manuel Angel a la diputación pontevedresa, el arte gallego contemporáneo no sería el mismo: los pensionados por esa institución fueron los miembros claves de los dos movimientos más importantes de la pintura gallega del siglo XX: el de los Renovadores y el denominado Grupo Atlántica.
El personaje real Pardo de Cela nació en Betanzos. Combatió a los Irmandiños y defendió a la Reina Católica. Se casó con la hija del Conde de Lemos y heredó de él y de los Andrade. Compró la Casa do Carballo de Galdo y fue alcalde de Viveiro y señor feudal con ?unas 50 lanças y quatro o cinco mil peones?. Y tuvo dos hijas, Constanza y Beatriz, y un hijo extramatrimonial que murió con él en Mondoñedo.
memoria de mariñáns por martín fernández
Manuel Ángel donó a la Diputación el óleo a cambio de una beca de mil pesetas para realizar estudios en Madrid y Florencia