Tranquilidad, esa es la palabra. Los cubanos están relativamente tranquilos con todo lo que están viviendo y lo que está pasando en este momento histórico. Dicen que en Cuba, seguramente, no va a pasar nada, que todo va a seguir igual, por eso están más o menos tranquilos; eso nos comentan.
Más «miedo» tienen ahora mismo por el cambio de presidente en EE.UU. y las consecuencias que pueda tener para Cuba y los cubanos que viven en la isla; por el hecho de que todo vuelva a complicarse y Cuba siga aislada como hasta ahora. Eso es lo que verdaderamente les intranquiliza. Que el «deshielo» alcanzado con Obama pueda quedar en nada.
Esos son los comentarios que nos hacen estos días. Hay unas colas enormes en la Plaza de la Revolución para llegar hasta el memorial donde se recuerda a Fidel Castro. Mucho control también porque dentro de unas horas será el homenaje con las primeras autoridades. En La Habana se decretó luto; se suspendieron los espectáculos. Acabamos de aterrizar en el aeropuerto José Martí en la noche del lunes (noche en La Habana). Somos conscientes de que aquí se está viviendo un momento histórico, especial para toda esta gente.