Una operación antidroga iniciada en A Mariña permitió golpear las redes de tráfico

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Se zanja con la detención de 34 personas, dos  en Foz y Ribadeo

02 dic 2016 . Actualizado a las 13:56 h.

La Guardia Civil de Lugo, en el marco de la operación Assur, detuvo a 34 personas, como presuntos autores de delitos de organización criminal, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales.

La operación se inició en A Mariña en el verano de 2014, cuando la Guardia Civil de Lugo puso en marcha dispositivos especiales para prevenir el consumo en zonas de ocio. Señala desde la Guardia Civil que esos dispositivos permitieron obtener una valiosa información, de la que luego derivó la Operación Assur. En noviembre de 2014 detuvieron a tres personas de nacionalidad española en las localidades de Guitiriz, Foz y Ribadeo, interviniéndose más de 450 dosis de cocaína dispuestas para su venta. Detectaron, además, que en la costa lucense existían vínculos con dos organizaciones dedicadas al tráfico de droga de la zona de Arousa que, a su vez, tenían relaciones con A Ribeira Sacra. Como consecuencia del seguimiento realizado la Guardia Civil intervino, dicen, importantes cantidades de droga, preparadas para ser distribuidas en buena parte del territorio nacional.

Una de las ramas, compuesta principalmente por súbditos dominicanos asentados en Sarria, Escairón y Monforte de Lemos, a los que se sometió a investigación el año pasado, fue desarticulada en el mes de octubre, tras haber adquirido 400 gramos de cocaína para la venta en su área. La droga fue intervenida y durante los registros domiciliarios realizados se descubrió un laboratorio ilegal de drogas que contaba con una prensa mecánica, planchas de acero, tubos de palanca y útiles para el corte y envasado. Varios vendedores arousanos fueron también detenidos por la Guardia Civil de Lugo en días posteriores, interviniéndose durante los registros distintas cantidades de hachís, cocaína y marihuana, así como dos armas de fuego cortas y preparadas para disparar.

Continuando con las investigaciones, durante los meses de abril a junio del año en curso y tras detectar que había contactos entre las personas investigadas y un vecino de Cataluña, del cual se sabía que realizaba numerosos viajes entre Marruecos y España, comprobaron que esa persona dirigía un grupo de "mulas" que se encargaba de introducir maletas con un doble fondo que contenía planchas de polen de hachís de gran calidad, lo que llevó a la detención de tres personas que llegaban al aeropuerto de Lavacolla, en Santiago, en calidad de turistas y que ocultaban, en cuatro maletas, un total de ocho kilos de polen de hachís. Posteriormente era también detenido el cabecilla del grupo, tras aterrizar en el aeropuerto de Ibiza con 140 bellotas de hachís escondidas dentro de su organismo.

En julio de este año, la organización, explica la Guardia Civil, la organización decidió impulsar una operación para introducir un cargamento de ocho toneladas de hachís procedente de la costa de Argelia, para lo que alquilaron un velero en Baleares. Con la participación de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera, se procedió al abordaje de la embarcación, interviniendo el cargamento y deteniendo tanto a los tripulantes como a los instigadores de la operación en Vilagarcía y Vilanova de Arousa.

La última parte del operativo se centró en la rama pontevedresa, que venía suministrando esporádicamente a compradores de las cuatro provincias gallegas. Se detuvo a un comprador afincado en Ribeira (A Coruña), al que se le intervinieron en su domicilio cerca de 350 gramos de cocaína, distribuidas en bolsas individuales de un gramo, y más de dos kilos de hachís en bellotas. Sus vendedores habituales serían sorprendidos en octubre pasado, interviniéndose de nuevo en los últimos registros cocaína, hachís y una ballesta.

La operación, dirigida por la titular del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Lugo y desarrollada por agentes de la Guardia Civil de Lugo, colaborando en las distintas detenciones guardias civiles de otras zonas de Galicia, sirvió para desmantelar numerosos puntos de venta de cocaína en A Mariña, A Ribeira Sacra y As Rías Baixas, así como la desarticulación de un grupo que introducía polen de hachís a través del aeropuerto de Santiago.