Todo es relativo

A MARIÑA

04 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No veamos una montaña donde tan solo hay un poco de arena. Porque un montoncito de arena es algo insignificante y no le damos mayor importancia, pero a veces tendemos a convertirlo en una montaña por ese afán nuestro en complicarlo todo. Por ejemplo, en este caso del colegio de Foz.

Está resuelto; la dirección del colegio y la Consellería de Educación tomaron una decisión: menú único, y ya. Habrá días, muchos días, en que a unos niños o niñas no les guste un plato, ya sea de verduras, ya sean legumbres, y no los coman y no pasa nada. Sucede en todas partes, en todos los comedores escolares, en casa. Ya merendarán más. Ya comerán en otro momento. El problema ?el verdadero problema? es no tener nada para comer. Ese sí es un problema y no lo tenemos tan lejos en ocasiones. Y no nos enciende ni nos altera ni nos provoca ninguna reacción; es más, posiblemente ni nos inmute.

Los menús escolares son variados, están elaborados cumpliendo unos cánones de nutrición, no pasa nada ?nada grave, desde luego? si un niño no come un plato concreto porque no le guste un día o no lo acepte; estoy seguro -insisto- de que sucede a diario. Comerá más del otro plato, comerá más pan, postre. Les pasaba a mis hijos. Pueden llevar un bocadillo, no sé. De verdad, no hagamos de esta poca arena una montaña insalvable con la facilidad que tenemos los mayores para eso. Lo bueno es entenderse, entender cada situación, relativizarla -siempre hay soluciones- y respetarse.

Todo es, a fin de cuentas, relativo. Ya lo decía el sabio, y por algo era sabio.