La plaga de la polilla de la patata, ¿también llega para quedarse?

M.C. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Los hogares y el sector primario mariñano encajan otro nuevo golpe sin reponerse aún de las pérdidas por las avispas asiáticas y el goníptero

09 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaga de la patata causada por la polilla guatemalteca (Tecia solanivora), que se extiende por 31 municipios de A Mariña y Ferrolterra -y también por el Occidente astur-, tiene en jaque a los productores. Pendientes de la orden de Medio Rural que desarrollará el decreto del Gobierno central, los mariñanos están a la expectativa de cuándo empezará por los domicilios la recogida de la patata ya sembrada. Se sumaría a la retirada en almacenes que ya fue destruida. La propuesta de prohibir al menos dos años en zonas afectadas, además de generar preocupación, obliga a quien produce a ir pensando en otros cultivos para rentabilizar la superficie agraria. El productor, sin dejar de colaborar con las Administraciones, debe velar por su patrimonio, ya que el propio decreto contempla que, transcurridos los dos años, «la autoridad competente valorará la situación de la plaga, en especial si no se ha conseguido alcanzar el objetivo de la erradicación, y podrá prorrogar el período de vigencia de esta prohibición».

Porque, ¿llega la plaga de la patata para quedarse? Sería precipitado aventurar una respuesta, ya que la plaga en cuarentena se detectó en Canarias en 1999 -donde está ampliamente distribuida y donde el Gobierno central ya reconoce que su erradicación no es posible- y en la España peninsular en 2015, en municipios de la provincia de A Coruña.

El problema representa un nuevo golpe para las economías familiares mariñanas. Algunas, todavía siguen sin reponerse de los daños que causó la plaga de las avispa asiática o velutina, cuyo primer programa de vigilancia y control se realizó en Galicia en 2014, aunque la Asociación Galega de Apicultores (AGA) ya venía denunciando públicamente casos en A Mariña desde 2012.

Medidas

Pese a las medidas adoptadas por las Administraciones, particulares, empresas... la plaga continúa generando incertidumbre. Y, aunque el último informe de la Consellería de Medio Rural (de 27 de febrero) revela que la situación ha mejorado y que solo se tienen contabilizados entre 6 y 25 nidos de velutina en cuatro concellos mariñanos -O Vicedo, Xove, Cervo y Alfoz-, la situación continúa preocupando a nivel calle. Para ejemplo, un botón. El Concello de Cervo tenía convocadas solo para ayer tres reuniones con vecinos para abordar el problema y para explicar cómo realizará la distribución de productos cuyo objetivo es atraer a las avispas reina esta primavera. Hoy tienen otras dos reuniones convocadas: en el salón de plenos a las 18.00 y una hora después en la Casa do Mar de San Cibrao. El regidor, Alfonso Villares, reconoce que, por la información que manejan, la presencia de este insecto ha disminuido en los últimos años, pero «o problema segue a estar aí e temos que incidir nese camiño para protexer o traballo dos nosos apicultores e tamén das abellas».

 

Solo en este municipio se retiraron 500 nidos en los últimos cuatro años; 288 en el 2015. A éstos hay que sumar los 66 recogidos el año pasado. Otro dato para valorar la dimensión del problema es el contenido del último balance de intervenciones del grupo de emergencias supramunicipal (GES) de Cervo. Los efectivos de este servicio, que atiende los municipios de Cervo, Alfoz, Burela, Foz, O Valadouro y Xove, registraron en 2016 más intervenciones por retirada de nidos de avispas asiáticas -350- que por accidentes de tráfico -341-.

El mismo ciudadano mariñano que tuvo que hacer frente a estas plagas es posible que años antes tuviera que combatir la plaga del gorgojo (goníptero) en el eucalipto. La empresa Ence estimó en 2016 que los productores gallegos acumulan una media de pérdidas de 25 millones de euros al año por culpa de los estragos causados por este animal. Presente en territorio gallego desde comienzos de los noventa, y pese a campañas de control biológico y a otras medidas, el gorgojo sigue siendo un quebradero de cabeza para productores y empresas madereras. Son solo tres plagas, pero se da la circunstancia de que A Mariña siempre ha sido, por desgracia, protagonista de cada una de ellas.

La lucha contra el goníptero en el eucalipto continúa desde comienzos de los años noventa

Los apicultores gallegos ya alertaron de la presencia de avispa asiática en 2012