El Casino de Viveiro ya no da para más

Alberto García DESDE UNA VENTANA DE MI ORDENADOR

A MARIÑA

13 mar 2017 . Actualizado a las 16:07 h.

El Casino de Viveiro se termina. Hace años que lo sabemos, pero el esfuerzo de las directivas y las aportaciones de los socios han ido retrasando la inevitable. Se van 100 años de historia.

Tal como está concebido, el Casino no es viable económicamente. La carga laboral, el coste del nuevo canon de Puertos de Galicia, la inminente necesidad de reformas, la constante caída de socios y la impotencia de, pese a intentarlo con múltiples opciones, conseguir que la gente acuda a la entidad, hacen que el proyecto agonice sin posibilidad de recuperación.

Las directivas se agotan, los socios no tienen interés, los no socios no encuentran nada que les atraiga, los escasos recursos ya no llegan a nada, no se puede hacer frente a la deuda, el personal no está motivado, la administración pone mil obstáculos y todo ello lleva al mismo punto, el fin.

¿Por qué?, ¿Qué tiene el Casino?, ¿Hay solución?. Porque la oferta de ocio en Viveiro es mucho más variada que hace 40 años, porque el Casino se dedicó a apartar a la gente durante años y hace mucho tiempo que la gente dio la espalda al Casino. Porque el Casino se ve como algo antiguo, rancio y caduco. ¡Porque no!, porque Viveiro ya no quiere un Casino.

El Casino tiene ubicación, tiene espacio, tiene pistas deportivas con aparcamiento, tiene capacidad para alojar eventos, tiene lo que se dice “posibilidades”.

El proyecto actual no tiene solución, solo cabe su liquidación; es triste, es duro, pero es así, y probablemente necesario. Necesario, porque sobre sus cenizas cabe la posibilidad de un nuevo proyecto, por qué no.

Una refundación de un espacio que se desprenda del nombre “Casino”, que consiga captar el interés de vecinos y visitantes, que no dependa de cuotas de socios, que englobe ocio, deporte y cultura. Que esté participado municipalmente de alguna forma, pero que también tenga una necesaria vena empresarial. Voy a pensar en voz alta: renovación de las pistas deportivas, apertura de una escuela de vela que funcione todo el año; escuela de hostelería de Viveiro, con capacidad de organizar eventos que también sirvan como complemente formativo, y para su autofinanciación. ¿Y qué me dicen de la mejor terraza exterior de todo el pueblo y la posible “tercer azotea hostelera de Viveiro”?. ¿Utopía?, ¿ambición?.

Piénsenlo señores/as inversores, políticos y vecinos. ¿No es posible?. Nadie dice que sea fácil, nadie dice que no sea necesario un importante esfuerzo y nadie dice que no se necesite pasta, pero ¿no merecía la pena?. Yo creo que sí. Desde luego me parece mejor opción que la de pensar en un edificio ruinoso con un espacio selvático en el centro del pueblo, o que por algún arte malabar todo lo invertido a lo largo de los años, sea entregado a dedo y por nada a otros intereses.

Adios Casino, ¿hola nuevo proyecto?