Cuenta atrás para dar de alta todas las plantaciones de patata existentes en A Mariña

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

p. losada

En Cervo informaron ayer de las nuevas medidas de la Xunta

13 mar 2017 . Actualizado a las 22:35 h.

El pasado viernes comenzó a contar el plazo de quince días que ha dado la Xunta para que se registren en las oficinas agrarias de la comunidad autónoma todas las plantaciones de patatas existentes en la comarca. Muchas ya lo han hecho en las últimas semanas, a raíz de las charlas informativas de técnicos de la Xunta en las que lo recomendaban. Pero queda probablemente un número importante por hacerlo, singularmente pequeños huertos plantados para el autoconsumo, que proliferan por toda A Mariña. Y no solo eso, también se deben registrar los almacenes particulares donde hay patata guardada, indicando la cantidad, para que la Xunta proceda a retirarlas.

Esta es, junto con la prohibición de plantar patatas durante al menos los próximos dos años, la medida de más calibre para erradicar la plaga de la polilla guatemalteca. La Xunta busca eliminar toda la patata de A Mariña y con ello evitar que la polilla viva.

Hay otras medidas como la prohibición de vender patata a granel, o la regularización del transporte, para que solo pueda entrar patata de fuera en A Mariña, nunca salir de la zona infestada, que sin duda hacen que se presente un panorama muy complicado. Y así las cosas, a la espera de que la Xunta publique el decreto con las indemnizaciones y el calendario explicando cómo y cuándo va a proceder a recoger la patata que, obligatoriamente, deberán levantar de sus huertos los propios agricultores, no es de extrañar las dudas e incertidumbre que provoca la normativa sobre la patata.

Ayer en Cervo se dieron las primeras charlas tras la publicación de las nuevas medidas de la Xunta. Lo hicieron expertos del Sindicato Labrego Galego (SLG), en dos charlas a las siete y las ocho de la tarde. Hablaron del nuevo panorama que se presenta, de la obligatoriedad de registrar todas las plantaciones de patatas y de las muchas incógnitas que quedan por resolver. Una de ellas es el nivel de exigencia que impondrá la administración y si finalmente se pondrán sanciones de 300 a 3.000 euros a los agricultores que sigan plantando o que no retiren sus patatas.

Prueba de esta incertidumbre fueron las charlas informativas que técnicos del Principado dieron la pasada semana en diversas localidades del Occidente asturiano, como Vegadeo o Luarca. La administración asturiana va más atrasada ahora que la gallega y aún no ha publicado las normas que desarrollan el programa del Ministerio de Agricultura contra la plaga. Se supone, en todo caso, que poco diferirán de las que publicó el pasado viernes la Xunta de Galicia.