El Camino Norte triplicó los peregrinos en diez años

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

A MARIÑA

pepa losada

Más de 17.000 eligieron la ruta jacobea que pasa por A Mariña para llegar a Santiago

03 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hablando en términos futbolísticos, el Camino Francés es un equipo de galácticos mientras los otros se mueven en el grupo de los modestos o de la zona media: las estadísticas avalan como indiscutible número uno en cuanto al número de peregrinos al que entra en Lugo por O Cebreiro. No obstante, los otros itinerarios, en una escala más modesta, siguen una clarísima tendencia al alza: comparando las estadísticas de peregrinos del año pasado con las de diez años atrás, se observa que el número de peregrinos del Camino Norte, que deja atrás Asturias salvando el Eo, se triplicó y que en el Primitivo, que entra en la provincia de Lugo por A Fonsagrada, se multiplicó por siete.

Analizando los datos del 2016, por el Camino Norte pasaron 17.289 peregrinos (6,22% del total), y por el Primitivo, 12.089 (4,35%). En el 2006, por el Camino Norte pasaron 5.193 (5,13%), y por el Primitivo, 1.816 (1,80%). La evolución de esos diez años, basada en datos tomados de la Oficina de Acogida al Peregrino del Arzobispado de Santiago, muestra además que el Camino Norte sigue siendo el tercero -el segundo era y es el Portugués- y que el Primitivo no solo ha ganado en peregrinos sino que además ha escalado un puesto: en el 2006 era el quinto, por detrás de la Vía de la Plata, y el año pasado fue cuarto.

El crecimiento de esos caminos es tal que incluso se mueven en los niveles del último Año Santo o los superan: en el 2010, por el del Norte pasó una cifra prácticamente similar (17.663 peregrinos, que representaron el 6,48%), en tanto que el Primitivo fue recorrido por 8.043 (2,95%).

El aumento del número de peregrinos, sin embargo, no ha evitado que en los últimos años surgiesen polémicas, relacionadas con el trazado o con su conservación. El Camino Norte, tras dejar Asturias, llega a Ribadeo o a Abres (Trabada); las dos variantes confluían en Vilanova de Lourenzá y ahora se unen en Mondoñedo, de donde sube a Abadín., aunque tras haberse introducido un trazado más al noroeste. También se introdujo una variante en la confluencia con el Francés: antes se juntaban en Arzúa, y ahora se reconoce un ramal que llega a Lavacolla por Boimorto y O Pino.

En cuanto a la conservación, se han alzado voces que criticaban trabajos realizados en el Primitivo entre A Fonsagrada y Lugo, de igual modo que el paso de la ruta por la ciudad amurallada, sobre todo en la entrada, ha merecido críticas que censuraban desatención. Sin embargo, el prestigio y el reconocimiento oficial son indudables: desde julio del 2015, por decisión de la Unesco, los dos gozan, como el Francés, de la consideración de Patrimonio de la Humanidad.

Ambas rutas están entre los cuatro más utilizadas para llegar a Santiago de Compostela

Los trazados han recibido cambios y críticas, pero son Patrimonio de la Humanidad

El Camiño de Inverno ya está admitido oficialmente y la Vía Rexia busca su reconocimiento

En las citadas estadísticas, ya aparece el Camiño de Inverno como uno de los itinerarios oficiales de peregrinación a Compostela: el año pasado tuvo, según la mencionada oficina, 287 peregrinos (0,10% del total). Aunque los números resulten muy reducidos por ahora, la entrada de esa ruta en los caminos reconocidos oficialmente refleja el esfuerzo de asociaciones del sur de la provincia por conseguir esa admisión. En la página web de la Xunta (www.caminodesantiago.gal) ya aparece, igual que los otros itinerarios.

El Camiño de Inverno se desvía del Francés en Ponferrada. Recorre el sur de la provincia de Quiroga a Chantada, entra en la provincia de Pontevedra y en Bendoiro (Lalín) se une a la Vía de la Plata.

Mientras tanto, concellos del occidente asturiano y de Lugo están trabajando para que la Vía Rexia do Norte sea reconocida como itinerario jacobeo oficial. La ruta se aparta del Camino Norte en Abres (Trabada), sube por A Pontenova hacia Meira y sigue por la Terra Chá a Lugo, en donde se une al Camino Primitivo. Parte de los ayuntamientos han aprobado ya declaraciones en las que se pide ese reconocimiento, una postura a la que también se sumó la Diputación Provincial en semanas pasadas.