Sentencias judiciales obligan al Concello a indemnizar a compradores de amarres
19 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Sentencias por gestiones del pasado vuelven a restar fondos al Concello de Viveiro. Como titular de la extinta empresa municipal TurViveiro, tribunales de lo contencioso-administrativo lo han condenado a indemnizar a compradores de cesiones de amarres en el puerto deportivo, que las perdieron en el 2010. Sucedió cuando, alegando numerosas «irregularidades funcionais», Portos de Galicia le retiró la concesión al Concello y se quedó con esas instalaciones y sus equipamientos. Para el gobierno local del 2010, Portos «se incautó de la inversión» en el náutico.
El Concello de Viveiro ya ha hecho frente a «varias» compensaciones económicas a usuarios del náutico. Las cuantías dependen de cuánto abonaron esos ciudadanos a Turviveiro, como gestora del puerto deportivo, cuando firmaron «contratos de cesión del derecho de uso, amarre y atraque en pantalanes». El juzgado les reconoce su derecho a ser resarcidos por el tiempo que les quedaba para utilizar plazas que consideraban «exclusivas», en algunos casos hasta el 2028. Acudieron a los tribunales porque, tras retirarle la concesión al Concello, Portos anuló los contratos entre los dueños de embarcaciones de recreo y TurViveiro y estableció nuevas condiciones, como reordenación de amarres y tarifas más elevadas.
Las primeras demandas judiciales se remontan al 2012. No ha sido posible concretar cuántas sentencias obligan al Concello a asumir las condenas a la desaparecida empresa municipal Turviveiro. Las distintas fuentes consultadas sí confirman que en los tribunales de lo contencioso-administrativo todavía están pendientes más reclamaciones por la pérdida de amarres en el náutico.
Cofinanciado con fondos europeos, era para pesqueros y ahora lo gestiona una firma privada
Desde el 2013, la polémica parece haberse alejado del náutico de Viveiro. Desde finales del 2012 lo gestiona Fomento de Iniciativas Náutivas, a la que había precedido Civis Global, que a su vez había relevado a Ronáutica. Tres empresas privadas en menos de dos años, porque fue en junio del 2010 cuando Portos le retiró la concesión al Concello de Viveiro, que regía el puerto a través de la empresa municipal TurViveiro. Por ese cambio de las condiciones de amarre acudieron a los tribunales los usuarios que ahora están siendo resarcidos mediante sentencias.
Lo que ahora es puerto deportivo nació como «dársena para embarcaciones menores de pesca». Con fondos europeos, Portos lo construyó con alrededor de un millón y medio de euros entre 1993 y 1995. A finales del siglo pasado, TurViveiro enfureció al sector pesquero al expulsarlo del muelle construido para él si no pagaba por atracar allí.