El dirigente de la Sociedad Deportiva Ourol señala al técnico, Loiso, como uno de los grandes responsables del ascenso a Segunda Autonómica
30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«En el año 2007 entré como secretario. La directiva anterior se disolvió y no se compitió durante la temporada 2007/08 por lo que había dos opciones: o bien desaparecía el equipo de fútbol o bien había que crear una nueva directiva para poder seguir compitiendo. Arís, el actual vicepresidente, me animó a hacerlo y, junto a mi hermano Luis y un grupo de amigos como Borja, Óscar, Manuel, Miguel, Paulo y Enrique cogimos las riendas». Así empezó la etapa de Víctor García (Avilés, 1981) como máximo responsable de una Sociedad Deportiva Ourol que atraviesa por el momento más dulce en sus 17 años de historia.
-¿Era su primera experiencia como gestor deportivo?
-Sí. Tenía 26 años y nunca había dirigido a ningún grupo deportivo. Lo tomé como un reto importante. En un principio vi al equipo como una empresa que hay que gestionar desde dentro pero eso, a lo largo de los años, ha ido cambiando ya que una vez que estás dentro de la gestión de un equipo de fútbol descubres que es mucho más que una empresa.
-Aunque sea en Tercera Autonómica, ser el mandamás de un club conlleva una responsabilidad.
-Es indiferente la categoría en la que juegues, siempre conlleva una responsabilidad. Eres una de las cabezas visibles del equipo y tratas de que siempre vayan bien las cosas, a pesar de que los resultados marquen una u otra senda. Es decir, si los resultados son buenos siempre todo será positivo y llevarás las máximas felicitaciones de todo el mundo. Si los resultados son malos, algunas personas te pueden mirar como responsable de ellos. Ser presidente de un equipo de fútbol no es una actividad con la que te lucras. Dejas tiempo, dinero y esfuerzo en el equipo y siempre te alegras de que alguien lo valore. Cuando no es así, te entristece.
-¿Qué es lo que peor lleva?
-Los partidos del Ourol que no podía ver y tenía que seguir desde lejos. Mis últimos cinco años estuve trabajando en Madrid y, aunque subía dos veces al mes a casa, hubo muchos partidos en los que no podía estar in situ para verlos y tenía que seguirlos desde allí a través de Twitter o Whatsapp… Era horroroso. No sabes lo que está pasando y vives esos noventa minutos con muchos nervios.
-¿El ascenso fue una sorpresa o estaba en los planes?
-Era algo que llevábamos deseando muchísimo tiempo. Siempre que formas un equipo en la pretemporada tienes como objetivo llegar a lo más alto. Este año teníamos una mezcla de gente joven con gente experimentada que había jugado en categorías superiores. Esa mezcla la teníamos que saber explotar para llegar a conseguir el ascenso y Loiso lo supo hacer a la perfección. Solo hay que ver el resultado final. Después de muchos años luchando, estamos en un año histórico para el Ourol que nunca podré olvidar
- Y jugando en el exilio de Galdo toda la temporada. Así aún tiene más mérito.
-El escenario no es tan importante cuando vives algo tan relevante. Es cierto que es una pena haber ascendido con el Ourol en un campo de fútbol que no es O Coto, el campo donde llevábamos jugando quince años y donde habíamos vivido tantas cosas, buenas y malas, pero también es verdad que la directiva del Galdo siempre ha colaborado estos últimos años con nosotros dejándonos el campo para poder entrenar y jugar estas dos últimas temporadas, algo por lo que siempre estaremos agradecidos. En un principio, jugar en Trasvías como local se nos hacía extraño, pero después de dos temporadas nos sentimos como en casa.
-Acertaron de pleno con la incorporación de Loiso para el banquillo.
-Totalmente, y ahí está el resultado final. Loiso es un entrenador muy completo que ya conocíamos de su etapa como portero de la S.D.Ourol, que se preocupa todos los días por el equipo y una persona muy comprometida en todas las facetas, no solo en las deportivas. Desde el minuto uno sabíamos que no nos habíamos equivocado con él.
- ¿Le pongo en un compromiso si le pido que nombre al jugador más regular?
-La verdad es que sí. Los 21 jugadores que teníamos en plantilla han brillado, unos más que otros, pero todos han brillado.
-¿Con qué intenciones encaran la Copa Diputación?
-Con las máximas ilusiones. Solamente superamos la primera ronda una vez y fue contra el Galdo, en un día que todavía recuerdo con mucha felicidad. Este año comenzamos contra el Alfoz, equipo de Segunda Autonómica, por lo que será una preparación para lo que nos viene. Espero que Trasvías se llene de gente el sábado 6 de mayo y venga a animarnos porque la afición es clave en nuestros éxitos. Ya que estamos en un año histórico, ¿por qué no pensar a lo grande también en esta competición?