Mondoñedo te quiero

Philippe Le Goff

A MARIÑA

24 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Acada estancia en Mondoñedo constato un poco más su ocaso: comercios cerrados sin personas que se hagan cargo de los negocios en crisis, calles casi vacías, ausencia de juventud, fantasma de ECAR, etc. Sin posibilidades de empleo, las fuerzas vivas dejan el municipio sin esperanza de vuelta.

Es algo que constato con gran tristeza, ya que Mondoñedo sigue siendo mi  “ciudad  de corazón”.  (He residido regularmente durante varios años en la casa de Pedro y Chelo Polo en el coto de Recadieira; se convirtieron en mi segunda familia).

La llegada de la derecha al Ayuntamiento no frenó este éxodo de los jóvenes y titulados, y las políticas de grandes gestos para hacer creer a los mindonienses que la situación mejorará y se instalarán aquí empresas. No van a resolver los problemas. 

 El desarrollo industrial ahora es casi exclusivo de las ciudades grandes  y medianas que pueden ofrecer a los inversores enlaces fáciles con aeropuerto,  puerto comercial, autopistas, banda ancha de Internet y ventajas fiscales. Sin embargo, Mondoñedo posee bazas importantes, en primer lugar su clima, sus tierras y unos conocimientos técnicos propicios para el desarrollo a gran escala de cultivos  de huerta (lechugas, puerros, zanahorias, coles, coliflores, alcachofas, pimientos, etc). Estes cultivos ya existen, pero si se aumentan podrían convertir a Mondoñedo en  «El Huerto» de toda A Mariña  y más. En segundo lugar el turismo, cuyo desarrollo debe proseguirse a pesar de los grandes progresos realizados en los últimos  años (catedral con audio guía, museo, Cova Do Rei Cintolo, monasterio de Os Picos (aún no suficientemente puesto en valor), nuevas señalizaciones en las calles, pero aún quedan monumentos del patrimonio sin la atención necesaria (como el puente sobre el río Masma cerca de Figueiras).

 Aunque el período turístico sólo dura unos meses al año, falta en Mondoñedo un pequeño camping y un terreno reservado a autocaravanas más práctico que el situado en Os Paxariños; debería estar mejor ubicado y más cerca de la entrada de la ciudad,  con el fin de “fijar” a los turistas y a los peregrinos varios días. Estos equipamientos podrían estar abiertos desde  la Semana Santa hasta finales de septiembre. Es algo por lo que preguntan habitualmente los turistas y visitantes. Espero que Mondoñedo pueda frenar su caída y  hacerse  conocer  mejor en España y del resto de Europa.