Chefs y baristas ven necesario un cambio de mentalidad en hostelería

m. c. / s. c. / i.e. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Profesionales reconocidos analizan el problema de la falta de personal en verano

17 jun 2017 . Actualizado a las 21:53 h.

Un cambio de mentalidad. Es lo que se necesita para abordar el presente y el futuro del sector de la hostelería en A Mariña. Lo aseguran profesionales de la restauración, algunos con experiencia en otras comunidades, que destacan el potencial turístico de la comarca, pero que también están al corriente de la falta de personal para cubrir servicios.

La cocinera viveirense Lola Rouco, que trabajó en Barcelona y en el País Vasco -donde ejerció como jefa de partida en el restaurante de Berasategui, en Lasarte- cree que es necesario un cambio de mentalidad en el sector. «Es la responsabilidad del jefe, pero también del trabajador. Es un trabajo de muchas horas que debiera estar mejor pagado», afirma la cocinera, que está convencida de que en la comarca hay gente muy cualificada. Aboga por ajustar horarios, algo que también obligaría al cliente a cambiar el chip: «Todos sabemos que los bancos tienen un horario y que si vas después de las dos no te atienden».

Cree que, con independencia de las obligaciones del jefe de respetar sueldos y horarios, el trabajador necesita reciclarse: «Eso me lo enseñaron en Hostelería de Foz». La cocinera mariñana cree que el problema se debe abordar en su conjunto, revisando cómo hacer más profesional cada uno de los eslabones de la cadena: «No se puede culpar a nadie en concreto».

Quien también cree que es urgente cambiar la mentalidad y profesionalizar el sector es otro mariñano que compatibiliza estudios y trabajo en la hostelería, pero que prefiere mantenerse en el anonimato. Es conocedor del problema de falta de personal al que tienen que hacer frente negocios mariñanos, pero asegura que no se puede generalizar. «Hai hostaleiros que coidan ao seu persoal e que lle pagan o que traballan, pero tamén hai quen non o fai». Asegura que en años anteriores había gente que se desplazaba desde León o desde Madrid para trabajar durante el verano en la comarca, pero en los últimos años han decidido aprovechar las más amplias temporadas de turismo que garantizan las islas. Resume con una frase lo que realmente opina de la situación: «Si necesitas xente para traballar é porque hai traballo. Págalles o que deberías pagarlles».

Desde Mondoñedo analiza la situación un empresario de la hostelería que hasta hace poco tiempo era asalariado. Prefiere que se omita su nombre. «Nos sitios nos que estiven cumpleuse o horario e o sueldo non estivo mal», afirma. Ahora, con empresa propia, tiene la plantilla completa, pero reconoce que cubrirla, «fácil non foi. Faltan ganas de traballar. A moitos ofréceslles traballo en boas condicións e che din que queren coller un ano sabático. Moitos pídenche sueldos desorbitados, de 1.800 ou 2000 euros por 40 horas semanais e evivimos na Mariña e non podemos chegar a eses salarios», afirma. Explica que en su negocio se ofrecen «boas condicións dentro do convenio laboral. As horas a maiores, páganse aparte». También hace referencia a la formación del personal. «É un sector que ata agora estaba pouco profesionalizado. Unha persoa que non sabe servir unha mesa ou preparar un café non pode pretender que o poñas de xefe de sala. Esto tamén hai que telo en conta», señala. En su caso, de la etapa como asalariado hace un buen balance y ahora, como empresario señala que están «moi contentos» de cómo van marchando las cosas.

Gabriel Vilar: «As condicións económicas e de traballo non son boas nalgún caso»

El valadourense Gabriel Vilar, laureado en cuantos campeonatos nacionales e internacionales ha participado, realiza en estos momentos prácticas para jefe de sala en el Parador de Alcalá de Henares, adonde ha llegado tras trabajar en el Parador de Santiago de Compostela.

Atribuye la escasez de personal que se detecta en la hostelería mariñana a que «as condicións económicas e de traballo non son boas nalgúns casos. Cada empresario é un mundo e nalgúns casos aprovéitanse e certa xente que ten unha formación e é profesional busca un campo donde se lle recoñeza esa profesionalidade».

Jornadas de 14 horas

Según este mariñano, «non podemos pretender que un alumno que se forma en hostalería e queira traballar no seu e que certos empresarios lles fagan traballar 14 ou 15 horas e non os teña correctamente remunerados. Sei de xente que me di que traballa de vrao en Foz e non ten un día libre. En calquera empresa un traballador debe ter o seu tempo libre. E traballar 13 ou 14 horas diarias cara o público, sen descanso, é incompatible coa necesidade de atender a ese cliente coa cara amable e a man esquerda que se require», afirma.

Bajo su punto de vista, «para que unha persona traballe ben, hai que tratala ben, e non só economicamente, senón dándolle descanso. No meu caso tiven a sorte de que non me pasou iso. Estiven no Méndez (en Ferreira) e tratáronme ben e agora estou fóra por mellorar profesionalmente, por aprender e non estancarme».