O Fuciño do Porco y su pasarela por acantilados ya son un imán turístico

salvador serantes O VICEDO / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Un millón de internautas descubrieron con La Voz ese paraje costero de O Vicedo

26 jun 2017 . Actualizado a las 10:28 h.

Por méritos propios, O Fuciño do Porco ya se había ganado un lugar privilegiado entre quienes conocían ese paraje costero de O Vicedo. Desde hace tres semanas ya lo han descubierto un millón de internautas, a través de la web y de las redes sociales de La Voz. La fama de esa senda peatonal y de su pasarela que serpentea entre acantilados se ha disparado, convirtiéndola en otro imán turístico de A Mariña.

Al menos de momento, el sendero que conduce a lo que formalmente se denomina Punta Socastro no se ha masificado. Sí es un lugar de «peregrinación», tanto de mariñanos que no quieren perderse ese espectacular paraje como de turistas que vienen expresamente desde diferentes localidades de Galicia y de comunidades limítrofes.

Ayer mismo, como en los últimos tres fines de semana, en O Fuciño do Porco se repitió un goteo casi constante de visitantes. También ha llamado la atención de distintos medios de comunicación; sin ir más lejos, ayer por la tarde un canal de televisión grabó imágenes y recogió impresiones; entre ellas, la del alcalde vicedense, Jesús Novo.

Más accesible hace tres años

Aunque O Fuciño do Porco siempre ha estado ahí, marcando el extremo oeste de la ría de Viveiro, es más accesible desde hace unos tres años, cuando, como recuerda el alcalde de O Vicedo, la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao construyó la pasarela con barandillas de madera que discurre entre acantilados. Montó esa estructura para facilitar el acceso del personal de mantenimiento a la baliza marítima de Punta Socastro, y ahora se consolida como un concurrido paseo.

El regidor de O Vicedo confirma que O Fuciño do Porco cotiza al alza como destino turístico. Recuerda que es parte de una senda azul que parte de Abrela, pero nunca hasta ahora había recibido excursiones, tanto en buses como en grupos más pequeños, pandillas, familias, parejas... Pensando en facilitar el acceso en automóvil, quería habilitar un aparcamiento en la zona anterior al inicio de la senda, pero ayer apuntaba que quizá no será posible porque el lugar elegido está inventariado como un castro. Y se está planteando cómo resolver la polvareda que levanta el tráfico por la pista de tierra que lleva al principio del sendero.