Afloran dos de las palas de aerogeneradores que perdió un buque en Viveiro
A MARIÑA
Aparecen frente a San Román, y Salvamento Marítimo prevé remolcarlas a Ferrol
12 jul 2017 . Actualizado a las 12:53 h.Al cierre de esta edición, el remolcador de altura Sar Gavia y buzos de Salvamento Marítimo continuaban los trabajos para remolcar dos palas de aerogeneradores eólicos de 40 metros de longitud cuyas puntas afloraron a la altura de San Román, en el entorno de la ría de Viveiro. Son parte de la carga que perdió el día 30 el mercante BBC Ontario, cuando navegaba por esa zona de A Mariña lucense.
De 40 metros de largo, las palas estaban balizadas y escoltadas por el Sar Gavia. Tras avisar anteayer un pesquero de que había visto una de ellas, se localizaron con la bajamar de ayer, en zonas con menos profundidad que lo que los artefactos miden. Salvamento Marítimo prevé remolcarlas hasta Ferrol, donde fue inspeccionado el buque al que le se cayeron de cubierta cuando las transportaba en jaulas metálicas. Autorizado por Marina Mercante, el barco con bandera de Antigua y Barbuda navegaba a media tarde de ayer a la altura de Lisboa.
Capitanía no ve peligro
En el supuesto de que emergiesen otras de las palas que continúan desaparecidas, fuentes de la Capitanía Marítima de Burela aseguran que no constituyen ningún peligro para la navegación. Explican que solo sobresalen sus puntas, que son de material muy ligero y que, si una embarcación se topase con ellas, las desplazaría, porque flotan entre aguas en posición vertical, posiblemente por bolsas de aire, con la base posada en el fondo marino.
En medio de olas de unos cuatro metros, el BBC Ontario perdió palas de aerogeneradores eólicos fabricadas por Gamesa cuando iba en ruta de Bilbao a Gibraltar. Aunque las primeras informaciones oficiales indicaron que eran 27 y que iban estibadas en 9 jaulas metálicas de tres en tres, desde Capitanía Marítima de Burela precisaron ayer que son 21 palas y 7 jaulas. Si bien expertos consultados apuntaron que el valor de la mercado de las 27 podría rondar los veinte millones de euros, las autoridades marítimas dicen que el coste de fabricación es muy inferior. Construidas con láminas de fibra y huecas por dentro, no son estancas por lo que no se descarta que afloren más o que el mar las lleve a la costa.