Estamos jubilados como trabajadores por cuenta ajena. Ello no significa dejar de ser y estar. Aprendimos desde la Escuela hasta la Universidad conductas que siguen grabadas en nuestro ser. Ya sé que de aquel juramento hipocrático no queda más que un papiro entre viejos papeles. Hasta el famoso poema de Rudyard Kipling -Premio Nobel de Literatura en 1907, "Serás un hombre, hijo mío", es un desconocido, pero está a la entrada de mi casa y suelo regalarlo en cerámica maravillosamente creada por las manos del Premio Nacional Otero Regal. Conviene leerlo y recitárselo a los estudiantes. Y mucho más tras el demoledor informe PISA.
Pero lo que me sorprende a estas alturas de ciclo vital y tantos años como médico es esa idea "encuesta para evaluar a los propios compañeros", dentro del paquete de exigencias para acceder a los grados de la carrera profesional. ¡De aurora boreal!
Aun recuerdo aquella costumbre heredada en Compostela de la generación de mis antepasados universitarios y tunos, consistente en hacerle probar el pilón de la Alameda a quienes siendo estudiantes tenían aptitudes chivatas, pelotas o ausentes de compañerismo. Solía ser delante del Instituto Rosalía de Castro en uno de aquellos jueves con feria en Santa Susana -Robledal en torno al Románico-. Por otra parte alguna de las preguntas del cuestionario vigilante, entre sanitarios del SERGAS, es una intromisión en la Deontología que protegen los Colegios Profesionales de Médicos y Enfermería. "¿Tiene un trato de igualdad y no discriminación en cuanto a género, orientación sexual, raza, religión, estrato social...?".
La respuesta del Sergas ha sido casi peor que la idea primaria. "Evaluar las competencias profesionales del trabajador mediante cuestionarios es legal". Pero qué poca imaginación, por no usar un calificativo propio de mi condición mariñana. A partir de esta interpretación "genérica" unos/as harán de espías y otros vigilarán sus espaldas por si como a César le preparan una celada con puñales-informes-acusaciones al más puro estilo del Santo Oficio de la Inquisición.
Lo que es la vida. Algunos echamos de menos la evaluación de los méritos profesionales exigibles para ser y disfrutar con cargos de libre designación partidaria. O la participación de los usuarios a través de los concellos en la evaluación constante de los servicios socio sanitarios.
"Si puedes soportar que tu frase sincera sea trampa de necios en boca de malvados", serás un hombre, hijo mío.
* Pablo Mosquera, ex director gerente del Hospital da Costa, en A Mariña.