La inversión de José Iglesias Pérez en el negocio pesquero, a su regreso de la emigración en Méjico donde hizo capital, fue un hecho determinante para muchos de sus paisanos vicedenses, a la apertura de la fábrica de conservas El Cisne y la compra de los vapores tarraferos Cristóbal Colón y San Esteban le siguió en 1932 la adquisición de los bous arrastreros Atlántico N.1 y Pacífico que operaban desde su base en Cádiz, al mando de ambos pone a dos patrones de su pueblo: José «Borne» y Eliseo Fernández. Ambos serán la punta de lanza de varias generaciones de muy buenos técnicos de pesca de O Vicedo. El «mejicano» ficha a Eliseo de la casa Freixa Hermanos S.A., donde había empezado de contramaestre y se hallaba al mando del bou Francisco, para que le capitanee el Río Mesa, que rebautiza Pacífico (1918 exGeorge Greenfield) hasta 1936, que es confiscado y armado por los nacionales para la flotilla de Cádiz patrullando el Estrecho durante la Guerra Civil. Devuelto a su armador naufragará cerca de Sisargas en septiembre de 1947. Antes, Eliseo Fernández había empezado a ejercer de patrón de pesca en la armadora de la Viuda de Canosa, empresa donde sirvió de maestro a los hermanos Parapar Iglesias, saga puntera en Cádiz y que antecedieron a la siguiente hornada, sus sobrinos los López Parapar «Mariñaos».
- Benigno Parapar Iglesias (1922-2017). Era el tercero de los cuatro hermanos varones y todas las estadísticas lo sitúan como el más pescador, patrón metódico y buen analista. Su dominio de las diferentes zonas y su habilidad para combinar el trabajo en sondas de distinta naturaleza le hacían llegar a puerto con buenas mareas de diversas especies. Eran conocidas sus pesquerías de lenguado en fondos complicados. Empezó con 14 años en la bajura de su pueblo, en el San Esteban del «mejicano» y, antes del servicio militar, se embarca en la pareja coruñesa Braulio Correa-Francisco Correa. En 1944 se alista con su hermano Paco en el Santiago Rusiñol. Con 24 años fue de segundo patrón con Francisco Vilasuso en el Juan de la casa Roura, donde ese mismo año pasa a patrón de pesca. En 1954 cambia al bou Canosa y en 1956 lo ficha la casa Ojeda como técnico de pesca para el Costa Canadiense que, ante el fallo de bacalao en Terranova por la irrupción de parejas en el caladero, es enviado a las aguas saharianas junto a su pareja el Costa Catalana. En 1960, precedido por su buena fama, se hace con sus servicios el armador coruñés José Docampo Prada para el estreno del imponente bou diésel Docampo (49 metros, 470 TRB, Burmeinster 1.400 HP), construido en los Astilleros del Abra-Bilbao y montaje de Hijos de J. Barreras, junto a su gemelo el Antonio Lorenzo del armador coruñés Francisco Rey Méndez. Ambos buques tendrán base en Cádiz. Benigno será el encargado del armado y equilibrado del Docampo, lleva de piloto a José Ramón Castiñeira de Corcubión y de contramaestre a su vecino José Martínez Barcón «Barreiro». Su gemelo y competidor lleva de técnico de pesca a una leyenda en Cádiz, el patrón noiés Antonio Lorenzo, al que el armador Rey Méndez le dedicó su nombre. Lleva de piloto al celeirense Manuel Alonso « Manolo do Carrizo» y de contramaestre Juan Rodríguez de Bayona. El Docampo sale de Coruña el 12 de mayo de 1960 y entra en Cádiz cargado el 6 de junio. El Antonio Lorenzo emplea dos días más en su primera marea y saliendo de Ceuta, más próximo al caladero. Curiosamente ambos buques formarán pareja en Terranova a partir de 1967. Benigno Parapar estrenaría en 1963 el bou Prada (49 metros, 500 TRB, Atlas Polar 1.200 HP) la nueva unidad de Astano-Fene para su mismo armador, lleva a su contramaestre de confianza «Barreiro »y despacha su vecino José Martínez Rodríguez «Viano», se da la paradoja que lleva de marineros a tres futuros capitanes de congeladores: Juan José Rouco y José Rodríguez Galdo de Espasante y su sobrino Paco Parapar Peón de O Barqueiro. Repitiendo la operación anterior Rey Méndez encarga un gemelo, el Argonte. En esta ocasión el competidor de Benigno será el celeirense Antón Ben «Caminero »procedente del Antonio Lorenzo. Benigno Parapar finalizó su exitosa vida laboral en el Prada relevándolo Modesto López Goas «da Chicota» de Celeiro.ARCHIVO BARRERAS
- Francisco Parapar Iglesias (1917-1990). Paco era, como patrón, el más estricto de los hermanos Parapar. De fuerte carácter, era un profesional exigente y duro, de memoria prodigiosa, trabajaba sin apuntes, en su cabeza cabía todo el caladero canario-sahariano. En 1941 empezó en Cádiz en el bou Tritonia de Senén y Sobral, en 1944 empezaba su carrera de patrón de pesca en el Santiago Rusiñol de Gumersindo Roura. Alternará las armadoras de Roura Teixidó y Viuda de Canosa en su primera década laboral y tendrá siempre a sus hermanos y sobrinos bajo su mando, haciendo de maestro y otorgándoles confianza en puestos de responsabilidad que les servirá para afianzarse como buenos profesionales. Paco nunca estuvo a las órdenes de ninguno de sus parientes. En 1957 estrena el bou santanderino Pedreña de Felipe Escobedo y a partir de 1961 hará relevos a su hermano Benigno en el Docampo hasta que este pasa al Prada definitivamente. Paco Parapar hizo famosa en Cádiz la recordada marea del Docampo sellado de merluza grande blanca del Falso Bojador (es zona de merluza negra) y la facturación fue el equivalente al doble de una buena marea.
- Modesto Parapar Iglesias (1925-1991). El más joven de los varones era un patrón de carácter tranquilo y sosegado. Empezó con 17 años en los barcos de bajura del puerto vicedense y a partir de 1949 embarcará en los bous con sus hermanos. En el Canosa a las órdenes de Benigno y en el Cierto con Paco que le dará el acceso al mando en 1951. Tras su paso por el Canosa y el Juan como práctico de pesca se pasa en 1957 al bou diésel Pepe Ignacio y en la década de los sesenta será el patrón de pesca de forma alternativa de los dos barcos de Ojeda en Cádiz, el Costa Catalana y el Costa Canadiense antes de volver como pareja al bacalao en Terranova y pasar su base a Coruña.