Nació en París, en la pandemia eligió A Mariña para vivir y desde Galdo nos trae un trocito de Japón en forma de pintura

y. garcia VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Ángeles Costafreda, nos descubre El alma del monte en Regalxunqueira con la técnica sumi-e que se inspira en la filosofía zen, y que enseñará en un taller especial este sábado

25 abr 2024 . Actualizado a las 12:22 h.

Aunque no rebasemos nuestra «zona de confort» geográfica, hay ocasiones en que, casi sin moverse, en este mundo ya global al cien por cien, se forman conexiones extraterritoriales muy interesantes. Como en el caso de la pintora Ángeles Costafreda. Nació en París en 1959. En plena pandemia mudó su casa a Galdo, en Viveiro, donde disfruta del verde mariñano y lo pinta. Pero además, lo interpreta a lo oriental en sus obras, aplicando la denominada técnica sumi-e, con la que nos acerca un trocito de Japón a A Mariña. Ahora puede admirarse pues expone El alma del Monte. Manchas y líneas, pinturas con tintas de diferentes colores, en RegalXunqueira hasta el 2 de mayo. «Vivimos con demasiados estímulos _dice en el folleto de la exposición_. Una necesidad y objetivo de mis pinturas es ir eliminando colores, formas y líneas superficiales para quedarme con lo esencial. Atapar el alma de las cosas que veo y me llamen a pintar. Es una manera de conocerlos y de conectarme con el objeto de mi obra, la Naturaleza». Naturaleza con ene mayúscula. Además de tintas, también utiliza carboncillo y rotulador para definir más los trazos abstractos: «Me sirve para componer y hacer la estuctura». «Cuando domino una técnica _añade_ no me gusta quedarme ahí, me gusta añadir elementos». Pero sobre todo, aprendió a «disfrutar el proceso», como ella dice, conforme iba evolucionando. «Llevo años pintando y ahora me siento libre», confiesa.

Y. GARCÍA

A mayores, pintar con una musa como es la naturaleza es un plus a el concepto estético zen que aúna belleza y simplicidad: «Galdo me permite explorar el monte, como he pintado en esta ocasión. Me he puesto retos. El método sumi-e no es copiar ni tener una foto delante. Hay que estudiarlo y luego pintar». A mayores, la artista anima a otros a explorar esa interesante técnica, que induce una especie de momento meditativo, a través de talleres que tienen «bastante aceptación», indica Costafreda. De hecho, uno de ellos será precisamente en RegalXunqueira este sábado 27, de 11.00 a 13.00 horas (informan e inscriben por WhastsApp, en el 659 362 692). Habitualmente, como le sucedió en otro curso en A Coruña, las plazas las cubre con creces.

Además del monte, representa árboles con flor como la magnolia o uno de los símbolos japoneses por excelencia, produciendo un fenómeno admirado dentro y fuera del país, en primavera, llamado sakura y en plena floración del cerezo. Otros cuadros atrapan la niebla gallega o sugieren el viento, en una comarca donde el nordés tiene personalidad propia. Hasta un jabalí se aparece en sus pinturas.

Ángeles Costafreda cuenta con la particularidad, y la satisfacción, de que una de sus creaciones se quedó para siempre en tierras niponas: «Una vez, una empresa gallega de algas me pidió un cuadro que querían regalar a un japonés». Encargo hecho y entrega realizada. «El sumi-e _concluye_ me ha apoartado muchas alegrías, porque conocí a gente que conecta también con la filosofía oriental. Es como tener un padre». Confiesa con brillo en los ojos que en octubre prevé ir a Japón. Un viaje de ensueño para luego volver a su hogar, en Galdo.