Absuelto el vecino de Burela acusado de abusos sexuales a una menor, hija de su expareja

La Audiencia Provincial absuelve al vecino de Burela acusado de abusos sexuales continuados a una niña de trece años, que era la hija de su excompañera sentimental. El tribunal, apelando al derecho de presunción de inocencia, considera que la prueba de cargo practicada no es concluyente para llevar a la certeza de la culpabilidad del acusado.

La madre de la menor lo había denunciado y a raíz de ello Fiscalía formuló acusación, al considerar que el sujeto, siendo plenamente consciente del alcance de sus actos y aprovechándose de su condición de padrastro y de la confianza que la menor le tenía, atentó contra su intimidad sexual realizándole todo tipo de tocamientos, llegando incluso a convencerla para que le masturbase. Actos que aprovecharía para realizar, según el escrito de acusación, cuando el padrastro acudía a la habitación de la menor y que esta no comunicó a su madre hasta que esta se enteró y los denunció. Los hechos que le imputaban ocurrirían entre los años 2012 y 2014.

Sin embargo, el tribunal indica que los hechos no quedaron probados y que el testimonio de la menor no reúne fuerza probatoria, ya que han observado contradicciones que ya fueron puestas de manifiesto durante la fase de instrucción por el psicólogo del Instituto de Medicina Legal de Asturias, comunidad en la que tiene su domicilio la niña. En su informe el experto habla de «contradicciones insalvables que hacen inválido su testimonio y que no es posible que una adolescente de 14 años plenamente funcional (era su edad cuando le hicieron el examen) incurra en ellas en un relato sincero de episodios relativamente recientes». Contradicciones que observaron también en el testimonio que ofrece la menor a lo largo del tiempo, respecto de los whatsApp supuestamente enviados. Hablan además, que la menor tiene predisposición a realizar imputaciones a otras personas.

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