Los cacos visitaron en la noche de ayer cuatro negocios de Mondoñedo y Lourenzá llevándose un botín variopinto

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

MONDOÑEDO

Causaron daños bastante más cuantiosos que lo que se llevaron de botín

28 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cacos estuvieron muy activos durante la noche del miércoles al jueves, en la que visitaron hasta cuatro negocios situados en los municipios de Mondoñedo y Lourenzá. En general puede afirmarse que los daños causados fueron más cuantiosos que el botín conseguido.

Una de las paradas que realizaron fue el establecimiento de jardinería de la firma Cabaleiros situado a la entrada de Lourenzá (en Ramalledo) donde saltaron el cierre y pinzaron la puerta de entrada de la tienda para llevarse el dinero de la registradora, básicamente unas monedas. Los daños, en este caso afectaron a la puerta de madera de la entrada, que deberán pulir y a la que tendrán que reponer el perfil.

En Mondoñedo estuvieron en tres negocios. En la cafetería de O Rey das Tartas situada a las afueras del casco se llevaron una máquina de bolas que había en el exterior e intentaron también apoderarse de un cochecito infantil que tenían instalado en el porche y que se pone en marcha con monedas. Seguramente , debido a su peso, no pudieron cargar el cochecito recreativo en el vehículo que utilizaban, dejándolo abandonado en medio de la explanada, pero con el cajetín abierto y sin monedas. El afectado calcula que el botín asciende a unos 200 ó trescientos euros.

También se acercaron al local de Supermercados Claudio situado en Rúa da Fonte, donde la emprendieron a golpes con la máquina expendedora de refrescos, que no consiguieron abrir ni para llevarse la mercancía ni el dinero. La máquina sufrió daños diversos.

Se acercaron también a la cantera Pirve (Pizarras Veira do Río), situada en la zona de Santa María Maior-Lindín. Tras romper la puerta de la oficina entraron y se llevaron el monitor del ordenador. En todos los casos, los afectados se enteraron de lo que había ocurrido cuando acudieron por la mañana a abrir sus negocios. Muchos aún no habían formalizado ayer la denuncia, aunque la Guardia Civil estaba avisada y se personó para inspeccionar las instalaciones. Aparentemente se trata de unos cacos de poca monta, que causan más desperfectos que otra cosa.