Consternación por la muerte del submarinista en la ría de Viveiro

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

MONDOÑEDO

PEPA LOSADA

El funeral se oficia esta tarde, a las 18.00 horas, en la capital lucense

19 jun 2017 . Actualizado a las 07:53 h.

La muerte de Manuel Ouro el sábado cuando practicaba submarinismo el en la ría de Viveiro ha provocado una profunda consternación. Ouro tenía 46 años de edad y era una persona muy conocida por su faceta profesional y por su perfil humano. Miembros de la directiva del CAS Buceo Viveiro no dejaron ayer de recibir llamadas de socios y amigos del fallecido, mostrando su pesar.

Tras la autopsia practicada ayer por la mañana, esta tarde se oficiará el funeral en Lugo, a las 18.00 horas, en Funeraria Fernández, en la carretera de Santiago.

Manuel Ouro residía en Lugo, pero era una persona muy conocida en A Mariña. Tenía una empresa, Servigasa, especialista en trabajos en altura, verticales y de formación en esta materia.

Miembro del club de buceo de Viveiro desde sus inicios, era instructor de submarinismo, disciplina deportiva en la que estaba volcado en los últimos tiempos. También tenía una dilatada trayectoria practicando espeleología. Era monitor de la Escola Galega de Espeleoloxía y del grupo de espeleología de Lugo. En el mes de mayo estuvo impartiendo en Mondoñedo un curso de descenso de barrancos. «Era unha persoa moi activa, estaba continuamente metido en cousas. Ía moito a Canarias a bucear, estaba en temas de espeleoloxía, volcánicos, pero últimamente estaba moi volcado co buceo e o descenso de barrancos», manifestó un compañero espeleólogo.

Desde el club de buceo de Viveiro todos coincidieron en elogiar el perfil del fallecido: «Como persona hay que quitarle el sombrero. Le pedías que echara una mano y siempre estaba ahí. En temas de formación, era un espectáculo. Él mismo siempre estaba preparándose y formándose. Era estricto en ello».

Y añadieron: «Tenía amigos por todos lados. Se llevaba bien con todo el mundo y tenía muy buen rollo... Un gran amigo de sus amigos», concluyeron.