Grissom en Mondoñedo

MONDOÑEDO

X. MARRA

25 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo es increíble en la historia que Patricia Hermida contó en La Voz el otro día sobre la peripecia policial que ha permitido detener a Roger Serafín Rodríguez como presunto asesino de Elisa Abruñedo. Si no hubiese tenido el aspecto de un periódico, con las increíbles historias que todavía se esconden entre sus cíceros ahora digitales, el relato parecería un impecable y asombroso guion de un capítulo de CSI, la serie que ha elevado la confianza en la ciencia policial hasta el milagro e imagino que la frustración de los investigadores hasta la dimisión.

Hemos estado años escuchando «esto no es CSI». Y con razón, porque a uno le robaron una moto en Cambre y tras convocar al esforzado guindilla de la municipal confió en la inmediata recuperación del ciclomotor gracias a los polvos, la luz infrarroja y la brocha que el agente solo había visto en el mismo sitio que la víctima, o sea en Telecinco, que fue el canal que estrenó la serie en el año 2002. Pero veinte años después de aquel impacto que recibimos con Grissom y su laboratorio, resulta que sí, que se puede pillar a un malo con la ciencia forense y que con el Archivo Histórico Diocesano de Mondoñedo en una aventura científica y policial maravillosa que retrocede quinientos años en el tiempo, llega hasta la época del Concilio de Trento y trata de encontrar a un pelirrojo. Y además lo encuentra. ¿Quién pide más, por favor?

Todo esto ha sucedido en Galicia en la investigación de un crimen que aliviará a la familia de la mujer asesinada pero que además nos desvela otras cosas tan interesantes como que las niñas se apellidaban como las madres y los niños como los padres, tal y como consta en ese archivo diocesano de Mondoñedo. Al final, la Iglesia valía para algo bueno.