Se lio otra vez en Viveiro

ALBERTO GARCÍA DESDE LA VENTANA DE MI ORDENADOR

VIVEIRO

14 abr 2015 . Actualizado a las 13:41 h.

Ya está el lío montado, volvemos a lo de siempre. Las noticias sobre Viveiro son las broncas y los problemas. Parece ser que hay quien no es feliz si no es así.

A la actual alcaldesa y candidata a las elecciones municipales la han metido en un berenjenal. Parece ser, que un día, unas malas personas, hicieron algo muy malo, otorgando unas licencias de obra, y parece ser que unos señores muy sabios y muy independientes, les habían dicho que no podían hacerlo. Me parto.

Al anterior alcalde, Melchor Roel, se le podría acusar de muchas cosas, de hecho yo no compartía con él muchas de sus decisiones, ser amigos no significa claudicar, que se lo pregunten a otros buenos amigos. Pero tengo clarísima una cosa, no era un sinvergüenza, ni un prevaricador, ni un aprovechado, ni un interesado. Pudo cometer errores, y seguro que así fue, pero nunca en beneficio propio, ni en perjuicio intencionado de otros. Un tipo al que condenan, por no acatar una orden de derribo de la vivienda de un vecino, por una sentencia que, por cierto, afectaba a la anterior corporación, lo tiene todo ganado. ¿Alguien cree que actúo para perjudicar a otro?, ¿alguien cree que los que le acompañaban en la firma del asunto en cuestión, son prevaricadores?, ¿de qué?, ¿dónde esté su prebenda?, ¿se han enriquecido?, ¿tienen retiros especiales? Que yo sepa no. Cada uno sigue a lo suyo, la medicina, la jubilación y afición musical, los libros y la política.

Ya sé que habrá quien esté pensando, «este tío es más del PSOE que la barba de Pablo Iglesias (el otro)», pues no mezclen las churras con las merinas, por si se equivocan. Lo que estoy es harto de ver en la prensa guerras absurdas por la silla. Parece que nadie se ha dado cuenta de que la silla no es lo importante, lo importante no es llegar a toda costa, lo importante es el pueblo, un pueblo al que se deja languidecer y que solo despunta por movimientos sociales desinteresados y ajenos a la política.

La política es otra cosa

Lo que está pasando no tiene nada que ver con la política, esto es embarrar, entorpecer, torpedear, y jugar marcando las cartas. La política es otra cosa. La política es ayudar, sumar, opinar, discrepar y proponer, todo ello en beneficio de los vecinos y haciendo que el pueblo prospere. Se estudia en los tratados básicos de política social.

Pero aquí nos quedamos en lo más simple, como los niños, y repetimos la coletilla en los corrillos «la actual alcaldesa de Viveiro, firmó no se qué papel, y es una mujer muy mala y se está forrando con la política», «es lo mismo que Griñán y el otro pájaro». Uf, que cansino. El «y tú más», no es un argumento, es una mediocridad argumental.

Menos depredadores y más agricultores

Yo soy de la opinión de que solo se equivoca quien toma decisiones y quién se queda agazapado, esperando el error, es un depredador. No me gustan los depredadores. Quizás si hubiese menos depredadores y más ganaderos y agricultores, la cosecha sería mucho más próspera.

Por supuesto, si dentro de unos años, se demuestra que alguien desde su responsabilidad pública, aunque ya finalizada, cometió todo tipo de tropelías para forrarse, perjudicar y machacar a otros, que se le persiga y pague por ello, preferiblemente con pasta, que suele dolerles más que ir al hotel rejas. Ya sea del partido A, del B o del C.

Pero si por el contrario cualquiera de ellos permitió, aunque con defectos de forma, que una empresa se instalase en el pueblo, crease empleo y generase riqueza, que le pongan su nombre en una placa y que diga, «este tipo/a hizo algo por todos».