El artefacto localizado en Meis tenía capacidad para provocar una gran explosión

Bea Costa
Bea Costa MEIS

AROUSA

MONICA IRAGO

Los vecinos desalojados a primera hora de la mañana volvieron a sus casas a las 13.45 horas

08 may 2012 . Actualizado a las 01:21 h.

Los vecinos del número 31 de la calle Médico Paz Andrade (Meis) volvieron a sus casas a las 13.45 horas, después de cuatro horas esperando a que el aparato explosivo que apareció en esa calle fuera desactivado. Se trata de una olla a presión en la que había material explosivo con capacidad para provocar una importante detonación, según ha podido saber este diario.

Esta misma versión manejaban los vecinos de la zona, a quienes los guardias informaron de que, de haber explotado, «levaba medio edificio por diante». Fueron los propios vecinos quienes dieron la voz de alarma, a eso de las 9.30 horas, sobre la presencia de una olla sospechosa a las puertas de la sede del PP de Meis, situada en el bajo de un inmueble de dos plantas en el que viven dos familias.

Enseguida se montó un amplio dispositivo formado por la Guardia Civil, el grupo de los Tedax del instituto armado, Policía Autonómica y Protección Civil de Meis. Alrededor de las 12.30 horas se hizo detonar el artefacto y una hora después se daba por concluido el operativo. Ahora empieza la fase de investigación que determinará exactamente qué tipo de explosivo había en la olla, entre otros detalles. Lo que ha trascendido es que había un temporizador y que estaba preparado para detonar a las 3 de la mañana. El incidente se saldó sin daños personales ni materiales.

De momento nadie ha reivindicado la autoría de este atentado. El alcalde de Meis, José Luis Pérez (PP), expresó su sorpresa y preocupación por este hecho sin precedentes en el municipio. «Anos atrás houbo casos de mandar paquetiños, pero a cousa se quedaba nunha broma de mal gusto». En este municipio pontevedrés de 5.000 habitantes gobierna el PP con mayoría absoluta desde hace años y es un concello tranquilo desde el punto de vista político y social. El BNG ya manifestó su «repulsa» por estos hechos.