Entre otras muchas cuestiones, el inicio de la Semana Santa ha supuesto una tregua dentro de otro de los conflictos desatados en la capital arousana: el estudio de detalle de la finca de Megasa y el rechazo frontal del comercio local al virtual desembarco de una nueva superficie en los terrenos de As Carolinas. A la espera de que la asociación que da voz al sector, Zona Aberta, anuncie la próxima semana las medidas de protesta que adoptará, sus responsables se reunían, hace dos días, con el concejal de Promoción Económica, el popular Manuel Tarrío. Poco ha trascendido sobre el contenido del encuentro, más allá de que la entidad que preside Rocío Louzán instase al edil vilaxoanés a tomar cartas en el asunto dentro de sus competencias y a buscar un compromiso del equipo de gobierno del que forma parte, en el sentido de impedir la creación de un segundo centro comercial.
Dicho compromiso no se ha producido, y parece difícil que vaya a hacerlo en un futuro. Al menos, hasta que no se presente en el Concello de Vilagarcía un proyecto concreto para la antigua metalográfica, una vez reordenados sus volúmenes y alineaciones, y demolidas las naves irregulares de acuerdo con el estudio de detalle que se acaba de aprobar. Mientras tanto, argumenta el alcalde, Tomás Fole, no existen motivos para que ni el gobierno ni la mesa local de comercio se pronuncien.