Los bancos monopolizan la venta de viviendas en O Salnés

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

La capacidad de las entidades para mover los precios estrangula las ofertas de los particulares, que no pueden competir con las «gangas»

23 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Esta Semana Santa se ha inaugurado en Galicia una nueva clase de turismo: el inmobiliario. La decisión de varias promotoras y de una entidad bancaria de lanzar una oferta de pisos ganga llevó hasta la costa de Lugo a un sinfín de curiosos dispuestos a comprobar qué es lo que allí se vendía y a qué precios. Dicen quienes alumbraron esta operación de ventas que ha funcionado, que algunas viviendas ya han cambiado de manos y que otras lo harán en cuestión de días. Y es que hay más gente de la que parece buscando una bicoca en la que invertir. Esa búsqueda no se limita a A Mariña. También en la comarca de O Salnés hay quien está aprovechando las ofertas con las que las entidades bancarias intentan deshacerse de los pisos embargados.

«Os compradores, agora, o que buscan son gangas. Pisos de menos de dez anos, con boas calidades, con boas ubicacións e con prezos moi baixos», explicaban ayer desde la inmobiliaria Alcor, de O Grove. Todos esos criterios de búsqueda solo los cumplen, al final, los inmuebles que forman parte del catálogo de las entidades bancarias. Es en sus despachos donde se pueden mover los precios y llegar a acuerdos que, reflexionan desde varias inmobiliarias consultadas, son inalcanzables para los particulares que intentan vender un inmueble y que, en muchas ocasiones, «están atrapados por la hipoteca y no pueden bajar el precio por más que quieran. Así que, en ese terreno, rebajas sustanciales no hay». Sin embargo, y pese a ello, el número de personas que decide colgar el «se vende» en sus segundas viviendas se mantiene.

Así que las inmobiliarias que no trabajan asociadas a entidades bancarias se las están viendo y deseando para mantener su actividad en el actual contexto de crisis. Y es que, «de cada diez ventas, nueve son embargos». Las pocas operaciones de particulares que empiezan a fraguar se frustran «en canto mandas á xente ao banco». Y es que el problema ya no solo es que el grifo de la financiación esté cerrado: también corren el riesgo de que le hagan a su cliente una oferta más tentadora. «A nós pasounos. Polo menos un par de veces», afirman desde la inmobiliaria grovense Alcor, que vio como dos ventas se le escapaban entre los dedos en cuanto los compradores salieron en busca de financiación. «En estos momentos, los bancos son nuestra competencia», argumentaban desde C?Alumbra, otra empresa ubicada en O Grove que afronta como puede un parón inmobiliario que alcanza, también, al negocio de los alquileres vacacionales. «A ver si se anima la cosa en verano».