El cierre de la tercera planta hacina a pacientes en Urgencias

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Algunos tuvieron que pasar la noche en los boxes por falta de camas

29 jul 2014 . Actualizado a las 14:55 h.

Los sindicatos llevan meses denunciándolo, pero ayer fueron los médicos y los pacientes del Hospital do Salnés los que sufrieron de primera mano las consecuencias del cierre de camas que todos los años se producen en verano y que en el centro comarcal se traduce en la clausura temporal de la tercera planta. La falta de camas provocó que en la noche del domingo al lunes, como en los viejos tiempos, varios pacientes tuviesen que pasar la noche incómodos en los boxes de Urgencias porque no había camas libres en las plantas de hospitalización.

Así lo denunció Ramón Barreiro, presidente de la junta de personal de O Salnés y delegado de CESM-Omega en la comarca, que le tocó guardia nocturna y fue testigo de lo que ocurría. «En la tarde del domingo había siete personas con su ingreso firmado que no pudieron ser trasladados a planta porque no había sido. Tres de ellos ni siquiera tenían camas de reanimación y tuvieron que dormir en los boxes de Urgencias, con todo lo que eso implica, hacinados y compartiendo espacio. Por la mañana estaban tratando de ver si se producía alguna alta para poder llevarlos a las habitaciones, pero cuando yo me fui seguían allí. Habían pasado más de quince horas en Urgencias porque no había camas a los que trasladarlos, quince horas hacinados sin tener por qué». O sea, como cuando no se había construido la tercera planta y situaciones de ese tipo eran habituales en el masificado servicio de Urgencias. Esa, precisamente, fue la razón por la que se decidió construir una planta más antes de ampliar Urgencias, porque la prioridad era aumentar el número de camas del Hospital do Salnés, que sumó 32 más a las 85 que tenía hasta entonces y que son las que siguen disponibles en verano.

Personas mayores

Tan grave como lo que ocurre en Urgencias, aunque de otra índole, es lo que está ocurriendo, según denuncia el presidente de la junta de personal, con las personas que necesitan cuidados paliativos. La tercera planta tiene un área destinada única y exclusivamente a estas personas y a sus familias, que viven esos días una situación que requiere, además de otras muchas cosas, intimidad. Pues bien, Ramón Barreiro asegura que también esos pacientes y sus familiares están sufriendo las consecuencias de los duros recortes aplicados este verano, de tal manera que se ven obligados a compartir habitación con enfermos de otro tipo, «con lo que eso supone tanto para los paliativos como para los que tienen que compartir ese espacio con ellos y con sus familias».

Los sindicatos emprendieron hace unas semanas una campaña de denuncia por el cierre de camas, pero el Sergas dijo que, al menos en O Salnés, se iban a cerrar las mismas que en años anteriores y lo justificó por el descenso de actividad asistencial en verano y por las vacaciones del personal sanitario.

Los ingresados en paliativos comparten habitación con otros enfermos