Sin alcantarillado en Cambados en el siglo XXI

Bea Costa
Bea Costa CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

Nacho Feijoo

Quince familias de A Revolta (Castrelo) llevan cuatro años esperando por este servicio básico

26 ago 2014 . Actualizado a las 10:43 h.

La Xunta y el Concello de Cambados presumen de que cada vez se están haciendo más obras para sanear la ría y los ríos, pero en el municipio todavía hay casas que no tienen un servicio tan básico como el del alcantarillado. En A Revolta, en la parroquia de Castrelo, hay un núcleo formado por unas quince casas que tienen que recurrir a pozos negros para tratar las aguas sucias que salen de los desagües de sus cocinas y de sus baños, y esta solución se complica cada día más «porque xa non hai quen veña a limpar os pozos negros». Las autoridades restringen cada vez más los lugares para verter las aguas residuales, que en circunstancias normales deberían ser tratadas en una depuradora, «e os dos tractores xa non veñen». Así que cada vecino se las va arreglando como puede para librar unos pozos que, necesariamente, van a volver a llenar. Al menos hasta que el Concello les instale el alcantarillado.

A expensas del bombeo

Hace más de tres años -«antes das eleccións», apuntan los afectados-, las máquinas llegaron por fin a A Revolta y abrieron la carretera para colocar la tubería del saneamiento. Pero la obra se quedó a medias y las casas no pudieron engancharse a la red. Según explica el alcalde Luis Aragunde, en su día no se previó la necesidad de colocar un bombeo, y teniendo en cuenta que esta mejora no estaba presupuestada en el proyecto, la obra quedó interrumpida por falta de financiación. «As cousas non son tan sinxelas como parecen», argumenta Aragunde. Ahora sí hay consignación para completarla gracias a una subvención de la Diputación de Pontevedra y, según el alcalde, se va a acometer de inmediato.

A la espera de que las obras lleguen, en A Revolta siguen como hace cincuenta años, sin alcantarillado y con las tuberías colgando por los postes. «Viñeron colocar o tubo para conectar a rede á tubería de arriba que pasa pola estrada -colector general- e alí quedou, colgado do poste da luz», se quejan los vecinos. No les falta razón pues la estampa es digna del álbum de chapuzas gallegas.

Se quejan también de que la red secundaria del alcantarillado se colocó mal y sin tener en cuanta las necesidades del lugar pues hay una casa del núcleo a la que no llega la tubería y, por tanto, se queda condenada sin servicio, y hay otra que debe abrir la carretera de lado a lado para poder hacer la acometida «e pídenlle mil euros pola obra».

Para rizar el rizo no falta el caso del vecino que, pese a no poder engancharse a la red, está pagando el correspondiente recibo al ORAL por un servicio que no tiene.

Un poste en medio de la vía

Otras muestras del «abandono» que dicen sufrir en este lugar son la maleza que crece en las cunetas y el poste de telefonía que está atravesado en el medio de la carretera. «Xa collemos firmas para que o quitaran pero han de esperar a que haxa unha desgraza», se lamentan. A este respecto, el alcalde informa de que el Concello ya solicitó su retirada a la empresa responsable, pero en el Concello siguen esperando.

Sobre el alcantarillado en A Revolta se va a hablar este jueves durante el pleno a instancias del PSOE, que ha presentado una iniciativa haciéndose eco del problema y pidiendo al Concello que intervenga. Y la polémica política está servida. Mientras la portavoz socialista Fátima Abal lamenta «la casualidad» de que el Concello informe de que ya hay dinero para la obra el mismo día que el PSOE presentó su moción, el alcalde le reprocha a los socialistas que enarbolen la bandera de la defensa de los vecinos «cando eles xa sabían que a Deputación tiña consignada unha partida para esta obra».