«Paloma» vino al mundo el domingo y revoluciona a la parroquia

Bea Costa
Bea Costa VILANOVA

AROUSA

Nacho Feijoo

26 ago 2014 . Actualizado a las 06:52 h.

?Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos». Así es también Paloma, aunque ella es hembra y de color negro y no tenga la fortuna de quedar inmortalizada por la prosa de Juan Ramón Jiménez. Aunque mentores no le faltan. Esta burrita nació el domingo a las siete de la tarde en el lugar de Deiro, en Tremoedo (Vilanova), y desde entonces se ha convertido en la atracción de la parroquia. «Onte pola tarde isto parecía unha voda», explicaba ayer un vecino al referirse al feliz acontecimiento. Y es que el nacimiento de un burro, o burra como es el caso, toma en estos tiempos cariz de noticia a la vista de la deriva que lleva esta especie. En Tremoedo, desde luego, hacía años que no nacía ningún burro, cuando antes «habíaos nunha chea de casas», comentan los paisanos. Paloma, si hubiera sido macho se llamaría Bruno, recaló en Vilanova por esas causalidades de la vida.

Las hijas de Juan, Carmen y Laura, se quedaron prendadas de los burros que vieron el año pasado en la carrera de San Miguel y su padre, ni corto ni perezoso, se fue hasta Padrón y compró a Lisa por 400 euros. Siendo Juan a nadie le extrañó. «Le encantan los animales», explica su mujer, así que en las leiras que tienen al lado del negocio, la taberna Boliño, se crían terneros, conejos, pájaros y hasta llegó a haber un poni. Paloma es ahora la reina de la casa, y ella parece encantada. Ayer por la tarde se dejaba querer ante todo aquel que se aproximaba a hacerle carantoñas. «E a nai tamén é moi cariñosa». La idea de sus propietarios era que Lisa participara en la carrera que se celebra dentro de unos días con motivo de las fiestas en San Roque do Monte, pero tendrá que ser otro año. Recién parida no está como para soportar una montura y hacer esfuerzos cuesta arriba y cuesta abajo. Ahora toca cuidar a su pequeña y reponer fuerzas. La naturaleza es sabia y Lisa se las apañó solita. «Estabamos no bar e cando viñemos a vela xa parira ela soa». Y Paloma ya estaba vivaracha y en pie.

un nacimiento poco habitual en Tremoedo (Vilanova)

La cría se dejaba ayer acariciar por todo aquel que se acercaba a la cuadra para verla