Lección de exquisitez en el fin del verano cultural cambadés

AROUSA

CEDIDA

02 sep 2014 . Actualizado a las 06:53 h.

Sin tener una Cidade da Cultura ni el presupuesto de una capital, en Cambados demostraron este verano que se puede tener una más que digna programación cultural aun siendo un pequeño pueblo de provincias. El broche que este fin de semana tuvo el programa estival fue de lujo, y los cambadeses supieron responder. Siempre será poco pero ¿quién dice que no hay sensibilidad para apreciar exquisiteces como la actuación que ofreció el domingo la pianista Mine Kawakami o la actuación del grupo Valle-Innova en las ruinas de Santa Mariña?. La nipona fue requerida para un bis tras ganarse al público que acudió al auditorio de A Xuventude con su discurso en perfecto español y su particular versión al piano de A Rianxeira. Y la compañía teatral demostró que el verso es apto para todos los públicos.

En verso

El cambadés de adopción Bernardo Fernández estremeció al auditorio con el Dios mío, que solos se quedan los muertos de Bécquer y la vilagarciana Luisa Gundín puso los pelos de punta al personal con La voz en la sangre de Ricardo de León. Ya la había anunciado la directora de la compañía, Fátima Rey. Iba a ser más que un recital al uso. No hubo lecturas sino interpretación y el esqueleto pétreo de las ruinas imprimió al montaje un exclusivo halo de misterio y lirismo. Las sillas no llegaron, así que la mayoría de los asistentes tuvieron que seguir el espectáculo de pie. Algunos llegaron tarde, muy a su pesar. Quien quiso ver las dos actuaciones del domingo por la noche lo tuvo complicado debido a la mala planificación horaria. A las nueve y media cuando, con retraso, la poesía se hizo en Santa Mariña, Mine Kawakami todavía seguía haciendo, a golpe de tecla, el camino que realizaron los samuráis a España, hace 400 años. Hubo que repartirse. Lo que no tuvo competencia fue el desfile de Eva Soto Conde del viernes. La moda llenó el patio de armas de Fefiñáns y conquistó al público cambadés con sus filigranas de papel y tela esculpidas con miles de pliegues hechos a mano. Y, visto lo visto en el patio de butacas, la alta costura es también cosa de hombres. Cambados se situó por una hora en la élite de la moda, pues los mismos vestidos que desfilaron en Fefiñáns lo hicieron antes por la pasarela internacional Fashion Week de Madrid (antigua Cibeles). La sensibilidad de María do Ceo puso la puntilla a la velada. El Concello no lo había dispuesto de este modo pero, sea por aquello de que no hay mal que por bien no venga -el desfile y el concierto de piano fueron aplazados en su día por la lluvia-, el programa cultural tuvo una traca final para nota.

Exposiciones

Septiembre será un mes de transición a la espera de que el Concello de Cambados presente su nueva edición del Cooltural de otoño, con el habitual ciclo de teatro infantil y alguna novedad relacionada con la danza. Entre tanto, siempre se puede visitar el pazo de Torrado para disfrutar de los últimos días de la notable exposición sobre Francisco Asorey o acercarse a partir del próximo viernes a una nueva propuesta, en este caso fotográfica, bajo el título «Premio Fotojornalismo 2012- Estaçao Imagem Mora». Eso sí, el jolgorio que no falte en Cambados, que por algo es el pueblo más festeiro de la comarca. El sábado corrió a cargo de la asociación Xironsa y el próximo fin de semana será a cuenta de la Valvanera, que trasladará a San Tomé el estruendo de los fuegos y los decibelios de la verbena.