Fernando Quintela es, además de muchas otras cosas, lo que se dice un VTV: un vilagarciano de toda la vida. Nació en 1955 en la clínica Anduiza, al lado de la iglesia parroquial, y son pocos los convecinos que hoy frisan los sesenta que no lo saludan cuando acude a tomar los vinos por la Baldosa, tal y como insisten en recordar los militantes socialistas que promueven su candidatura a las primarias.
De carácter entrañable y hablador, es enfermero de profesión en el ambulatorio vilagarciano, toda una mina para ese concepto tan de moda en la política de estos tiempos como es el grado de conocimiento público. Implicado en causas sociales, es un activo defensor del Hospital do Salnés y ha participado en plataformas y movilizaciones en defensa del complejo sanitario arousano.
En lo personal, son muchos los vilagarcianos que recuerdan su faceta como pinchadiscos en sus años mozos, así como su pertenencia a la peña Os Gloriosos, vinculada al nacimiento de la Festa da Auga y de la que también formaba parte, por ejemplo, un clásico como Carlos Guerrero.
Fernando pertenece a una nutrida familia de tradición socialista. Es, sin ir más lejos, sobrino de Amando Quintela, histórico dirigente del PSOE vilagarciano que durante dos décadas y hasta el 2004, año de su fallecimiento, ocupó la presidencia de la agrupación local. Amando fue concejal de 1983 a 1987 en una corporación en la que tenía como compañeros a nombres como Seso Giráldez o Javier Gago.