Fefiñáns baila a ritmo de zumba

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

Nacho Feijoo

Un centenar de personas participó en la concentración de Cambados

15 sep 2014 . Actualizado a las 06:56 h.

Bailar zumba. Ese fue el objetivo con el que ayer, alrededor de las once y media de la mañana, se dieron cita en la plaza de Fefiñáns de Cambados cerca de un centenar de personas. Llovía. Pero ni siquiera eso impidió que al ritmo de la música las participantes -porque había una gran mayoría de mujeres- movieran las caderas de forma coordinada. Sobre el escenario, una veintena de profesoras de esta disciplina se encargaban de dirigir a un público que soportó estoicamente el reto. Y es que bailando estuvieron hasta las dos de la tarde.

A la cita estaban invitados todos los interesados, pues era una convocatoria abierta. Y aunque pudiera parecer que las lluvias caídas durante la noche, y buena parte de la mañana, iban a desanimar a estas deportistas, lo cierto es que estas aguantaron estoicamente el chaparrón. A las once y media se presentaron en la plaza, ataviadas con mallas de vistosos colores. Y diez minutos después estaban bailando al son que imponía Studio 21.

De dirigir y organizar esta cita se ocuparon un grupo de veinte profesores de zumba de la comarca. Ellos eran los encargados de, sobre el escenario, marcar las coreografías que los asistentes seguían con una facilidad sorprendente. Y es que se notaba que este era un público entregado, formado por verdaderas fans de esta disciplina deportiva que tanto éxito ha alcanzado en los últimos años. Entre las participantes había mujeres de todas las edades. Y también algún que otro chico se atrevió a tratar de seguir su ritmo. Algo nada sencillo porque, horas después, seguían bailando.

Un pequeño descanso

La concentración estaba previsto que terminara alrededor de las dos de la tarde, tras haber realizado solo un pequeño descanso. Fueron muchas las que aguantaron el ritmo y demostraron estar en forma. Porque visto cómo se movían hace falta mucha energía para poder seguir a los profesores y no desfallecer en el intento. Eso sí, seguro que más de una tiene hoy unas buenas agujetas en todo el cuerpo.