Cuerpo técnico y directiva relativizan el retorno a plaza de promoción y comparten su inquietud tras el sufrimiento del equipo en sus últimos duelos en casa
30 sep 2014 . Actualizado a las 16:54 h.Claramente superado por su adversario, un Bertamiráns que se plantaba en Vilagarcía con el cartel de víctima propiciatoria en su condición de colista y un solitario punto en su haber tras cinco jornadas de Liga. Nervioso con la pelota en los pies, inconsistente y frágil cuando el cuero rodaba en dirección a los dominios de Jorge Pérez. El Arousa repitió el pasado domingo en A Lomba la preocupante imagen de un equipo superado por su rival durante la primera parte que ya había mostrado dos semanas atrás con el Boiro como visitante. Mejorar el empate a cero cosechado entonces con un triunfo por 2-1 no mejora en nada la realidad, dada la enorme diferencia de pontecial de las dos plantillas rivales mencionadas por mucho que el mal inicio del cuadro barbanzano le costase ayer el puesto a Gelucho.
Solo la buena marcha en la clasificación, en gran medida dada por la extrema igualdad reinante en estos primeros compases de la presente Liga de Tercera, evita hablar abiertamente de crisis. Los 3 puntos amarrados por los de Piscis envuelven la contradictoria devolución del equipo arlequinado a la zona de promoción de ascenso, cuarto con 11 puntos y a tiro de 2 del liderato, con la que sin duda es su peor versión.
El propio entrenador del Arousa, José Luis Uhía, Piscis, reconocía en la noche del domingo la evidencia: «Para manobrar xa na primeira parte», en referencia a su cambio radical desde el banquillo en el minuto 32 sacando a un defensa, Nano, para introducir un delantero, Javi Pazos, «imaxínate» como estaría el percal. De hecho, Piscis no tuvo empacho en declarar que «foi unha pena que co traballo que fixo o Bertamiráns, se foran de baleiro».
Llegados a este punto, y traído a colación el cuarto puesto que hoy ocupa el Arousa, el técnico portonovés desdeña la cuestión clasificatoria para incidir en lo que, resalta, es a día de hoy, con otras 32 jornadas de Liga por delante, lo verdaderamente importante: «O que máis me preocupa é que o equipo xogue ben, e hoxe -por el pasado domingo? non xogamos ben».
«Temos que mellorar o xogo»
En términos similares se expresaba también ayer el presidente arlequinado. Manolo Abalo decía que «a verdade é que estamos a sufrir más cá outros anos». Claro que el mandatario opta por lo más conveniente, máxime en la posición de privilegio ocupada por el Arousa: mantener la calma. «Estas son batallas, e a guerra é longa. A Liga está moi igualada. Hai moitos equipos que están por abaixo e van rematar por arriba». Dicho lo cual, concluye, «temos que mellorar o xogo» sobre la tranquildad que ofrece el saber que «estamos na pelexa».