Estaba claro que el pleno de Vilagarcía, de los más densos en contenido de los últimos tiempos, iba a ser tenso. Y comenzó de manera extraña cuando Tomás Fole decidió que la intervención del grupo de personas que están en contra de la tala debía esperar al punto doce para intervenir en lugar de en el tercero, como figuraba en el orden del día. Todos los grupos de la oposición expresaron su protesta pero el alcalde no cambió de opinión. Así que Augusto Metzill, el portavoz del grupo, tuvo que aguardar hasta las 21.30 para poder tomar la palabra. Tuvo tiempo para pensar lo que iba a decir y cambió ligeramente su guion. Comenzó anunciando que iba a pasar una minuta al Concello por las cuatro horas que lo habían hecho aguardar y terminó regalando a Tomás Fole una ramita seca de un árbol en alusión a los ejemplares caídos en la tala de A Xunqueira.
En el debate posterior, todos los grupos de la oposición coincidieron en pedir los informes sobre los que se sustentó la tala. Fue Jesús Longa quien tomó la palabra en el gobierno local para hacer públicos los que tenía el Concello. A preguntas de Tania García reconoció que el firmado por el técnico de Areeiro tenía fecha de 24 de septiembre -es decir del mismo día que comenzó la tala- aunque pasó por registro el 26. El otro que llevó al pleno no tenía fecha. El edil apuntó que ambos documentos coincidían en la necesidad de cortar los olmos porque varios de ellos estaban enfermos y apuntó dos cosas más: la peligrosidad que representaban los árboles por el riesgo de caída y los daños que hicieron en el alcantarillado.