Fole revisará el compromiso firmado en el 2004 para mantener el empleo 15 años

La Voz

AROUSA

01 oct 2014 . Actualizado a las 04:59 h.

El alcalde de Vilagarcía, el popular Tomás Fole, hizo ayer un llamamiento a la plantilla, a la dirección del grupo y a los representantes sindicales para que protagonicen una «negociación constructiva» y eviten, dijo, que Lantero pueda seguir el ejemplo de Megasa y Cuca en la destrucción del tejido industrial local. Lo hizo tras mantener, a mediodía, un encuentro con los responsables de la empresa de cartonaje ubicada en O Pousadoiro. «Obviamente esta propuesta de recorte preocupa mucho al gobierno local», apuntó el regidor, comprometiéndose a «hacer todo lo posible para conservar Lantero, porque si se va -argumentó- no habrá puestos de trabajo que preservar». Ravella, por lo demás, estudiará «minuciosamente» el convenio urbanístico del 2004, que posibilitó el traslado de la fábrica al parque empresarial, y el compromiso adquirido por la firma a la hora de mantener los puestos de trabajo.

Lo que dice el convenio

A cambio de una sustanciosa recalificación -aunque pendiente de la revisión del PXOM, el documento planteaba la construcción de hasta siete alturas en el antiguo emplazamiento de su fábrica, en Rosalía de Castro- el grupo se comprometía a consumar su traslado en un plazo de cinco años a partir de la entrada en vigor del nuevo plan urbanístico [en realidad lo hizo en el 2009] y a aumentar su plantilla (entonces de 135 operarios) en ocho personas, la mitad de las cuales deberían disfrutar de un contrato indefinido, para mantenerla durante 15 años. En realidad, esta condición no se estaría cumpliendo en estos momentos, puesto que el número de empleados fijos está por debajo de la cifra estipulada. Sin embargo, nadie, a excepción de un grupo de exoperarios, hace ahora cinco años, ha denunciado este punto.

Claro que la empresa incluyó dos salvedades: si las circunstancias económicas y del mercado, debidamente justificadas, lo hacían inviable o en caso de un nuevo acuerdo con el comité, el compromiso quedaría en suspenso. A ello se agarra ahora.