Las infraestructuras viarias, que otros años se llevaban el principal montante de los presupuestos estatales, casi desaparecieron de las partidas en los últimos años. Proyectos y promesas ambiciosos como la reconversión en autovía de la carretera de Vilagarcía a Pontevedra o la construcción de una alternativa a la AP-9 paralela a la N-550 se quedaron en el tintero. Al menos el próximo habrá algo para reparar los viales castigados por la crisis, y de esas inversiones se beneficiará la entrada en Vilagarcía por la N-640, con 221.000 euros. La incógnita es si con ese dinero únicamente se reparará el firme o si se llevará a cabo el proyecto con el que soñaba el alcalde, y que pasa por convertir en una auténtica travesía urbana la carretera de Rubiáns, desde el acceso al hospital a la entrada en la ciudad.
Habrá algunas otras inversiones, pero de carácter menor. El macronudo de Curro seguirá llevándose algunos miles de euros, lo mismo que la A-57, pero no serán partidas millonarias.
A mayores, hay cantidades genéricas para yacimientos arqueológicos y recuperación del litoral de las que también se beneficiará la comarca.