«Para que entremos van a tener que salir ellos», proclama su presidente
19 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Escalada de intensidad en el conflicto laboral desatado en Lantero. Ayer, a lo largo de la asamblea en la que se constituyó una plataforma de apoyo a los huelguistas, el presidente del comité de empresa, Jesús López, afirmó con rotundidad algo que se rumia desde hace días entre los empleados movilizados de la cartonera: «Seguramente esta plantilla no va a querer seguir trabajando con esta dirección; para que entremos nosotros van a tener que salir ellos». Este es, según el portavoz de los trabajadores, el resultado de un proceso de crecientes faltas de respeto por parte del staff hacia la masa salarial, que comenzaría con el desvío de producción hacia otras plantas del grupo y culminaría con el despliegue de vigilantes armados y perros rottweiler en la factoría de O Pousadoiro.
Aunque duras, las palabras de López no están exentas de simetría frente a la postura adoptada por la empresa, puesto que, recordó, esta ha presentado una denuncia contra la convocatoria del paro por considerarlo ilegal. Tras rebatirlo, el sindicalista puntualizó que las únicas consecuencias de un paso semejante apuntan directamente a los miembros del comité, que, aunque improbable, podrían ser incluso despedidos si el juzgado de lo social concluyese que la huelga se entabló irregularmente. Pese a ello, subrayó su presidente, los trabajadores han aceptado la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais también por lo que respecta a la demanda.
El tiempo, entretanto, sigue corriendo y no necesariamente a favor de los intereses del grupo cartonero. Es cierto que la ley le faculta para aplicar el ERE tras treinta días de consulta, con o sin acuerdo, y que este período finalizaría el 7 de noviembre. Pero para ello la ley reclama que al menos se hayan producido tres reuniones centradas específicamente en el expediente. «Ni siquiera la primera cumplió este requisito», advierte el comité.