Cuatro hombres entre 66 mujeres en clase de Pilates

AROUSA

MONICA IRAGO

Esta disciplina está causando furor este año en A Illa

19 oct 2014 . Actualizado a las 09:10 h.

El Pilates se conjuga casi exclusivamente en femenino. Las clases que proliferan por todo el país están a rebosar, pero los hombres que se atreven a dar el paso son contados. No obstante, haberlos haylos. Carlos Chaves, José Antonio Rial, Marcos Diz y César Iglesias no son cautivos de las prejuicios que muchos tienen sobre este disciplina y ahí están, apretando el abdomen y la pelvis durante dos horas a la semana en las clases organizadas en A Illa de Arousa. Que estén rodeados de mujeres por todos los flancos no es un inconveniente para ellos. «Hai moi bo ambiente, en todo caso tampouco ves ao Pilates para poñerte a falar. Téndeste e cada un vai ao seu», explican. Son cuatro hombres entre sesenta y seis mujeres, aunque no estiran y ni flexionan todos a una. Conforman siete grupos de trabajo a razón de diez integrantes cada uno. En cursos anteriores llegó a haber más varones, pero hubo bajas que se han compensado, solo parcialmente, con dos nuevos fichajes.

El concejal del BNG isleño, Carlos Chaves -el Otero lo ha relegado al segundo apellido- es uno de los veteranos del Pilates en A Illa, y no es por capricho. Después de haber probado con el yoga y la piscina, a la hora de combatir sus problemas de cervicales, Carlos se queda indiscutiblemente con el Pilates. Trabaja en el mar y esta profesión «castiga moito». La rica ría de Arousa alimenta también a Marcos Diz y a César Iglesias y, pese a su juventud, sus espaldas también se resienten de subir y bajar sacos de mejillón en la batea. El alivio a sus dolores lo han buscado el Pilates. «A min recomendáronmo e decidín probar», cuanta César. Para él, como para Marcos, es su primer año, y teniendo en cuenta que solo llevan un par de clases, es pronto para valorar los efectos sobre su salud, aunque están convencidos de que el resultado va a ser positivo. Desde luego, el método y la dinámica del Pilates nada tienen que ver con el voleibol o el body-board que practica César, «pero, parece que non, tamén se suda», apunta. «Se te concentras e fas todo o que che di o monitor, trabállase moito», añade Carlos.

También curtido en estas lides está Toño Rial, que cumple ya su tercer año practicando esta disciplina en la que confluye el cuerpo y la mente. «Antes ía ao ximnaxio a Vilagarcía pero a miña muller anotoume a Pilates e seguín». Le preguntamos qué ventajas la aporta. Toño no se para en diagnósticos ni análisis, pero su conclusión es irrefutable. «Non sei, eu atópome mellor facéndoo que se non fago nada». Así que este jubilado sigue fiel a su rutina y compagina los ejercicios en el suelo con largas caminatas por los hermosos parajes isleños. ¿Por qué hay tan pocos hombres en Pilates? Nuestros protagonistas tienen varias explicaciones que confluyen en una: mala información. «Hai homes que se botan atrás ao ver que ao Pilates só van as mulleres, cren que é un deporte de mulleres, e non é así», indica Rial. «E despois hai moita xente que asocia o Pilates co aerobic, e chegan alí e abúrrense. Este é un exercicio estático, se queres é un exercicio de salón, e os homes, na teoría, son máis de potencia», comenta Carlos.

Lo del Pilates este año en A Illa es un furor. Cuando el 17 de noviembre se abrió la inscripción, en la primera hora y media se habían completado las cincuenta plazas disponibles, y el día se cerró con 28 personas en lista de espera. La primera sorprendida fue Paula, de la Fundación Municipal de Deportes, y el segundo, el alcalde Manuel Vázquez, que no daba crédito. «Ata veñen doutros concellos», explica con indisimulado orgullo el regidor. ¿Será cosa de moda o será que los 20 euros que cuesta al mes son asequibles? El caso es que la fundación tuvo que ampliar de cinco a siete los grupos de Pilates y a los que están en lista de espera no les queda otra que aguardar por alguna baja inesperada u optar por el aerobic. Pero que apuren, porque hay 43 inscritos, y subiendo.

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