Los espumosos conquistan Rías Baixas

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

Su producción se ha triplicado y cada vez son más las bodegas que los elaboran

19 oct 2014 . Actualizado a las 04:52 h.

Fue en el año 2011 cuando Rías Baixas aprobó el nuevo reglamento que autorizaba la elaboración de vinos espumosos al amparo del consello regulador. Desde entonces, la producción de vino que se destina a este tipo de caldos no ha dejado de crecer. Aquella primera añada apenas llegó a los 18.000 litros. La del pasado ejercicio, en cambio, superará los 70.000. Los espumosos están de moda y cada vez son más las bodegas que quieren incluir este vino en su carta de productos. «Estamos muy satisfechos», explica Ramón Huidobro, gerente del consello regulador.

Cinco bodegas fueron las primeras en comenzar a elaborar espumosos al amparo de las etiquetas de Rías Baixas. Este año, han sido catorce las empresas que han solicitado al consello autorización para contar con un albariño de estas características. «No es solo que la producción haya crecido, es que cada vez son más las bodegas que elaboran estos vinos», añade Huidobro.

Las cifras son una prueba del crecimiento que están experimentando estas elaboraciones. En el año 2012, el consello regulador calificó un total de 24.822 botellas. Al año siguiente, esta cantidad se situó en el entorno de las 93.000 botellas. Durante este ejercicio, los técnicos han autorizado ya 2.324 botellas. Pero es que falta el grueso de la campaña, que se centra en la Navidad. Se espera que, a partir del mes de noviembre, este número se incremente de forma considerable.

Elaborar un espumoso no es tarea sencilla. Estos caldos tiene que superar las catas de los técnicos del consello un mínimo de dos veces. Y es que, primero, es el vino base el que tiene que cumplir con los parámetros del panel de cata. Posteriormente, una vez que el espumoso está terminado, debe volver al consello para superar un nuevo examen. «Es un proceso duro», argumenta Huidobro. Sin embargo, tanto las bodegas como el consello están muy satisfechos con el resultado que estas nuevas elaboraciones están logrando. «La variedad albariña tiene muchas posibilidades para elaborar un espumoso porque es una variedad muy adaptada a la tierra», añade Huidobro.

Mucho por aprender

Las primeras elaboraciones fueron todo un éxito, pero Huidobro considera que todavía hay mucho por aprender, «al igual que nos pasa con el albariño», argumenta. Exprimir al máximo esas posibilidades que la uva ofrece a la hora de elaborar un vino siguiendo el método champanoise es uno de los objetivos pendientes. «Iremos aprendiendo con el tiempo», sostiene. Mientras, ya son muchos los que eligen un Rías Baixas para brindar en sus celebraciones. Actualmente, en el mercado conviven una decena de marcas diferentes y son varias las bodegas que siguen trabajando para poder presumir, en breve, de burbujas.