El socialista Mouriño ironiza con los vertidos, las cuentas y el coche de Sagrario Franco en su carta de despedida del Puerto

s. gonzález vilagarcía / la voz

AROUSA

19 oct 2014 . Actualizado a las 04:53 h.

La controvertida destitución del concejal socialista Lino Mouriño como consejero portuario en representación del Concello de Vilagarcía sumó ayer un último capítulo. El edil presentó en el registro de la institución una carta de despedida en la que emplea la ironía para despacharse a gusto tanto con la presidenta, Sagrario Franco, como con el alcalde popular de la ciudad, Tomás Fole, quien tomó la decisión de relevarlo por su compañera de partido y grupo municipal, Rocío Llovo.

Mouriño lamenta, para empezar, no haber tenido ocasión de despedirse personalmente de Franco, «pola abrupta expulsión». Como quiera que el edil no tuvo noticia alguna de la presidenta, concluye que sus «arduos e duros labores de promoción da actividade do Porto, cos espectaculares resultados que se están a ver», le habrán impedido seguir la evolución de la política local.

Tirando de retranca, el concejal socialista agradece a la presidenta las «facilidades» aportadas en materia de información. Y asume como un «gran erro» propio el haber pretendido hacer seguimiento del gasto público en una institución que, en los últimos cinco años, concentra el 90 % de la inversión del Estado en la comarca. Lo mismo que no haber comprendido la utilidad de ceder espacio público y portuario a «un deporte tan fundamental para a actividade portuaria coma o pádel», como tampoco lo «absurdo de preguntar por que un coche oficial fai 300 quilómetros ao día para traerte [en referencia a Franco] a ocupar o teu despacho», informar a los vecinos de los vertidos contaminantes en O Cavadelo o «perder o tempo explicando a auditoría que desminte as contas públicas do Porto». «Es a presidenta que o alcalde quere» en un consejo formado únicamente por miembros del PP «garantindo a pluralidade», añade Mouriño para concluir: «Pídoche perdón por preguntar».