Vilagarcía y Vilanova discrepan por una franja de 10 metros en el hospital

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Gonzalo Durán pide a la Diputación que aclare los lindes y ponga mojones

24 oct 2014 . Actualizado a las 04:58 h.

Diez metros. Esa es la superficie por la que discrepan los concellos de Vilagarcía y Vilanova sobre sus lindes en los terrenos del hospital. El documento que fija la frontera entre ambos municipios data del 2000 y hasta ahora no había habido discrepancias en esa zona, pero ahora, la compra de la parcela para la ampliación del Hospital do Salnés desveló que hay un desacuerdo que mide diez metros. El proyecto para las obras se hizo siguiendo la línea fijada por Vilanova, y Vilagarcía no está de acuerdo. Gonzalo Durán admite que puede haber un error de interpretación de un metro, «pero nunca de diez», sostiene. En todo caso, será un árbitro el que desenrede el entuerto.

Vilagarcía decidió pese a todo dar licencia de obra para la ampliación porque, dice Ravella, lo que importa es agilizar los trámites para empezar los trabajos. Y en sentido similar se manifestó ayer Gonzalo Durán, que aunque no comparte el punto de vista de sus vecinos respecto a los lindes, porque él y sus técnicos sí están conformes con lo dibujado en el plano de ampliación, sostiene que lo fundamental es no poner nuevos atrancos al proyecto, y por eso ayer mismo se dirigió por escrito a la Diputación de Pontevedra «para que venga un técnico a interpretar el acuerdo catastral del 2000, para que no haya más problemas y para evitar polémicas con los terrenos del hospital».

La otra opción, subraya el alcalde de Vilanova, sería denunciar el problema ante el Instituto Geográfico, «pero tardarían seis meses en medirlo y no nos lo podemos permitir». Por eso Vilanova acordó pedirle a la Diputación de Pontevedra que actúe de árbitro y que se fije tanto en los planos como en el terreno cuál es la línea divisoria entre ambos concellos, «y que luego se pongan mojones, porque los hay 300 metros antes de la parcela y 300 metros después, pero no en el sitio exacto, y por lo visto da lugar a problemas».

Las discrepancias ya vienen de atrás, pero no se hicieron públicas hasta que Vilagarcía autorizó las obras pero advirtió de un problema de lindes.