El empresariado local lanza una campaña contra el ERE de Lantero

Serxio González Souto
SERXIO GONZÁLEZ VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Comerciantes, hosteleros, taxistas y placeros exhibirán en sus negocios esquelas denunciando el golpe que los recortes supondrían para Vilagarcía

25 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el inicio del conflicto en el que está inmerso el grupo cartonero, quedó meridianamente claro que las consecuencias del plan de viabilidad anunciado por su dirección excederían con mucho los límites estrictos de la fábrica de O Pousadoiro. Lantero significa para Vilagarcía algo muy parecido a lo que Citroën supone para Vigo. En lo económico, pero también en lo simbólico. Sinónimo de músculo laboral, de salarios dignos, de redistribución de riqueza y de motor y alimento para los sectores del empresariado local que dependen directamente del consumo. No es extraño, por tanto, que el acto conjunto desarrollado ayer por la tarde ante las instalaciones de la compañía se cerrase con un incontestable éxito. Comerciantes, hosteleros, taxistas y placeros protagonizarán una campaña de apoyo a los trabajadores y denuncia del expediente de regulación de empleo que, a expensas de las negociaciones de Santiago, pende sobre su futuro.

El presidente del comité no se anduvo por las ramas. Jesús López argumentó que el golpe que propinaría la aplicación de los 32 despidos y de un recorte salarial del 30 % no solo lo sufrirían los empleados de la cartonera, sino también el conjunto de la economía vilagarciana y arousana. Asentían, junto a él, los responsables de Zona Aberta, la Asociación de Hostaleiros e Iniciativas Turísticas de Vilagarcía (Ahituvi), del colectivo de placeros y la asociación de autopatronos de la capital arousana. Todos exhibirán en sus respectivos negocios esquelas denunciando los efectos del ERE sobre el tejido económico comarcal, sin descartar otro tipo de muestras de apoyo.

La marcha de la dirección

Ya con respecto al magro resultado de la reunión del jueves en Santiago, bajo la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais, López advirtió de que los trabajadores no van a pagar «los caprichos de quienes sí tienen dinero para pagar perros y pistolas», en referencia al dispositivo de seguridad desplegado desde hace dos semanas en la planta. Si al empresa apuesta por una pausa táctica del ERE y una negociación desde cero, insiste el portavoz del comité, los salarios del personal en huelga deberán ser escrupulosamente respetados. Pero hay más. A los delegados sindicales no les preocupan las demandas por huelga ilegal ni el expediente abierto a su presidente, que consideran absolutamente injustificados: «En todo caso afectarían únicamente al comité, y no vamos a canjear una denuncia que afecta a siete personas por los ingresos de 131 familias» En cuanto al papel de la dirección, los trabajadores insisten en que «deben marcharse quienes nos han tratado como si fuésemos delincuentes».

Los representantes de la plantilla recordaron, por último, que sus salarios están congelados desde el 2011 y que, pese a la «mala fe» que encuentran en el staff que dirige la planta de O Pousadoiro, seguirán intentando negociar en la cita del miércoles.