La respuesta de Vilagarcía sorprende a los responsables del grupo cartonero

S. GONZÁLEZ VILAGARCÍa / LA VOZ

AROUSA

23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Tanto la repercusión del conflicto como el eco que las reivindicaciones de los trabajadores de Lantero está despertando en Vilagarcía son materia que causa estupor en el seno del grupo cartonero más allá del telón de grelos. Así lo reconocen de manera informal algunos de los protagonistas de esta huelga interminable que cada día tiene peor pinta. La reacción social ante un expediente de regulación de empleo de estas características no resulta, en realidad, tan difícil de comprender. Hacerlo requiere, eso sí, abandonar las categorías de análisis aplicables a la gran metrópoli y los cinturones industriales merecedores de tal nombre, en los que probablemente el despido de medio centenar de trabajadores se difumine en la opinión pública a la misma velocidad con la que un azucarillo se disuelve en un carajillo de coñac bien quemado.

Lantero, lo hemos subrayado en alguna ocasión, representa para el vilagarciano, trabaje o no en la fábrica, su particular Citroën. Es una cuestión económica, pero también simbólica. El icono del trabajo digno y bien remunerado, la demostración de que la industria, un sector en el que el paro se ha duplicado en la ciudad desde el inicio de la crisis, constituye el verdadero músculo del empleo de calidad. A lo largo de los últimos años se han encadenado demasiadas derrotas en este campo. Megasa estaba condenada desde hace largo tiempo por la falta de reinversión tecnológica, pero no por ello su desaparición fue menos traumática. A Cuca la perdió la claudicación del empresariado local. Aunque con sus matices, el trauma laboral se acolchó en ambos casos con recolocaciones. En el ERE de la cartonera no existe tal posibilidad. Añadámosle al asunto errores de bulto, como un despliegue de seguridad extraterrestre, y comprobemos cómo la frustración y el castigo constante a un pueblo pueden convertir luchas aparentemente menores en batallas en las que se dirimen conceptos fundamentales. Altos concejales cayeron aquí por unos bancos de simple azulejo...