Ravella reorienta una partida de 90.000 euros para tratar de frenar los vertidos a la ría

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

El Concello actuará sobre cinco bombeos sin descartar que sea necesario ampliar la capacidad de la depuradora de Ferrazo

19 dic 2014 . Actualizado a las 04:59 h.

Como muchos otros concellos litorales, Vilagarcía mantiene una enorme deuda pendiente en materia de vertidos contaminantes al mar. La denuncia que Esquerda Unida ha lanzado esta semana, sobre la concatenación de once de estos episodios en los últimos tres meses cuyo origen se sitúa, para colmo de males, en la propia depuradora municipal de aguas, resonó ayer en la alcaldía. Tanto es así que el regidor, el popular Tomás Fole, anunció la reorientación de una partida económica, cuyo uso estaba ya decidido, para tratar de frenar el problema.

El alcalde subraya que no se trata de una cuestión nueva, tampoco de lo que «haya sucedido de un mes para aquí», sino de un mal endémico que el anterior gobierno, conformado por socialistas y nacionalistas, intentó paliar en su momento a través de diferentes reparaciones. «Nosotros hemos detectado problemas en los bombeos y la red de saneamiento y teníamos un proyecto para la mejora de iluminación de edificios que ahora destinaremos a corregirlo», anunció el primer edil. Se trata de una partida de 90.000 euros con la que Ravella intervendrá sobre los cinco o seis bombeos que tanto los técnicos municipales como los operarios de la empresa concesionaria del servicio, Espina & Delfín, encuentran en peor estado.

«Esperamos que esta inversión suponga un cambio importante», aventura Fole, consciente aun así de que tal vez la solución requiera un esfuerzo mayor. «De momento -concluyó- vamos a ver qué efecto produce y analizaremos si es necesaria una ampliación de la estación depuradora de Ferrazo». Ninguna de las intervenciones previstas a cargo de estos 90.000 euros, precisó, se ejecutará en la propia EDAR.

Por lo pronto, en su informe sobre la fuga detectada el 5 de noviembre, Espina & Delfín reconocía que los vertidos consistían en agua residual sin depurar, que llegaban a la ría desde la depuradora de Ferrazo «por desbordamento da capacidade máxima da planta, xa que a auga recibida é superior ao caudal de tratamento máximo da mesma». Que se deba a situaciones puntuales desencadenadas por las fuertes lluvias registradas en los últimos meses o a un problema mucho más profundo es, en definitiva, la cuestión a dilucidar.

Por lo pronto, la Consellería de Medio Ambiente puso cifra, hace año y medio, a la inversión que Vilagarcía necesita para erradicar este tipo de episodios contaminantes: nada menos que once millones de euros. El entonces conselleiro y hoy alcalde de Santiago, Agustín Hernández, aseguró que los puntos negros serían erradicados aquel mismo verano, el del 2013. Evidentemente, no ha sido así. Las frecuentes averías del bombeo no solo obedecen al deterioro de la propia infraestructura, sino sobre todo a su mala utilización por gente que tira a la alcantarilla de todo.