La lotería repartió 80 millones en los últimos 20 años en Arousa

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Hasta 70 sorteos dejaron premios jugosos este siglo en la comarca

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Confiar el futuro de uno en la lotería es una entelequia, pero el que más y el que menos, hoy estará pensando que un buen pellizco en el sorteo de mañana le ayudaría a aliviar la pesada carga que soportan sus hombres. Como lo hicieron a lo largo de los últimos veinte años los muchos arousanos que en algún momento de su vida fueron tocados con la varita de la suerte, ya fuese para recibir una lluvia de millones o para contentarse con una pedrea, que algo es mejor que nada.

Y es que haciendo un repaso por los muchos sorteos que se celebraron en un país al que, desde luego le gusta jugar, se constata que Arousa no se puede quejar de la suerte que le ha tocado vivir. Es cierto que será difícil superar los 43 millones de euros que dejó el segundo premio de la lotería de Navidad de 1998, y desde luego, la suma de todos los que cayeron después no lo lograron, pero entre sorteos nacionales, cupón de la ONCE, y quinielas, los arousanos se han llevado en lo que va de siglo 33 millones de euros, que sumados a los 43 de 1998, se acercan a los 80 millones. Para hacerse una idea, la misma cantidad que se pedía hace unos años por un viaje privado a la Luna.

La mayoría, por supuesto, fueron pequeñas alegrías de varios miles de euros, pero alguno jugoso hubo al margen del sorteo del 22 de diciembre de 1998. Y además, a diferencia de lo que ocurre en el sorteo de Navidad, menos repartido, por lo que la lluvia de millones se concentró en un número escaso de afortunados.

No hay que ir muchos años atrás en el tiempo para dar con la Primitiva que en el año 2011 dejó 11,5 millones de euros en Vilanova. Lo curioso es que el agraciado, cuya identidad nunca se desveló, había gastado solo dos euros en una apuesta automática. Fue en abril, un mes realmente afortunado en el que cayeron 1,1 millones más en otro sorteo en Pontecesures.

Mayo del 2003 también fue un buen mes. El cuponazo de la ONCE dejó entonces 5,5 millones en O Grove, y unos días después, en un bar de Vilanova, se selló una bonoloto que dejó 2,8 millones más. La villa meca vivía entonces una buena racha, porque tan solo un año después cayeron otros 5,5 millones; esta vez, de la ONCE. Entre los afortunados estaban dos obreros de la construcción que al día siguiente volvieron a subirse al andamio.

La lotería siempre llega plagada de anécdotas, incluso cuando se pierde. Como le ocurrió al mítico Román de A Baldosa, que por un número se quedó sin el Gordo del 2008. Los ganadores suelen dejar frases para la posteridad, como ocurrió en la administración de Carril un año después de que repartiese el segundo premio. Un agraciado por la Primitiva dejó el siguiente mensaje: «Soy yo, estoy en el Caribe». Y aunque en Arousa de todo hay, el bar del anuncio que guarda un décimo al cliente no está aquí. Así que, ¡a jugar! No queda otra.